El final ha
llegado y estoy preparado. Hace varias estaciones que tomé mi decisión pero he
esperado a que mi familia la aceptara. Es más duro para ellos que para mí. Se
resisten a dejarme partir, incluso ahora, en la falda de las Montañas del Abismo, tratan de
convencerme para que regrese a la Ciudad
de los Cristales, donde está nuestro hogar.
No hay vuelta atrás. He tenido una
buena vida. He aprovechado cada instante que los espíritus de la tempestad me
han regalado y estoy listo para unirme a ellos. Hace días que excavaron mi
túmulo y deseo ocuparlo. Me siento feliz…
…Feliz como el día en el que gané la
primera carrera a mi hermano Dragtarr.
A mis cinco años jamás había conseguido vencerlo. Nació cuatro ciclos solares
antes que yo y sus piernas eran más veloces que las mías; su fuerza era increíble
para un muchacho de su edad. Pero aquel día, en el Glaciar del Manto Garzo, la suerte estuvo de mi parte. Una pequeña grieta
en el hielo hizo que Dragtarr perdiera
el equilibrio, dándome una ventaja que supe aprovechar. Al llegar a la meta mi
padre me esperaba y me alzó sobre sus hombros, haciéndome sentir como un
auténtico héroe. Al final terminamos los tres rodando por la nieve mientras mi
madre reía a carcajadas.
…Feliz como la mañana en la que Ádriell me sonrió. Ella tenía once años
y yo diez. Cada mañana acudía a su casa a intercambiar huevos de gallina por
leche de oveja. La saludaba con la más espléndida de mis sonrisas, aunque ella
ni siquiera levantaba la cabeza para mirarme. Me ignoraba. Yo era uno de los pequeños,
de los insignificantes, y ella era la chica más hermosa de Kalandrya. Su pelo brillaba como los días de sol, sus ojos eran tan
azules como el río Gelonto y su piel
parecía suave como el algodón. Una mañana alzó la vista y me sonrió. Todavía hoy
desconozco el motivo de aquel gesto pero durante mucho tiempo floté entre nubes
de ilusión. Aún puedo oler el aroma de su pelo cuando giró la cabeza al
despedirnos.
…Feliz como la noche en la que mi
padre dio su consentimiento para que me uniera a la Guardia del Témpano,
siguiendo así la estela dejada por mi hermano. La sola perspectiva de defender mi
tierra, de luchar por mi pueblo y de vivir un sinfín de aventuras me
transportaba al más increíble de los sueños. Recuerdo las lágrimas que surcaron
la bella faz de mi madre y la mirada de orgullo que lucía mi padre.
…Feliz como el instante en el que
subí por primera vez en mi vakhali, el mismo que me acompaña para encerrarnos
juntos en nuestra cueva; hasta eso compartiremos. La primera vez que lo vi supe
que sería mi compañero. No intenté luchar con él; lo seguí durante varios días,
al principio a mucha distancia y poco a poco fui ganando terreno. Tardó en
permitir que me acercara y aún más en dejarme acariciar su lomo. Se acostumbró
a mí como el musgo a la roca húmeda hasta que al cuarto día, durante una fuerte
tormenta de granizo, se agachó a mi lado y me hizo un gesto con su hocico para
que subiera a su grupa. Sentí lo mismo que cuando mi padre me alzó sobre sus hombros
con tan solo cinco años; lo había logrado.
…Feliz como la tarde en la que Enólay aceptó unir su destino al mío.
Nos conocíamos desde hacía apenas dos ciclos solares. Lo nuestro no fue amor a
primera vista como el que cuentan muchas parejas. Nuestra relación se fraguó a
fuerza de amistad y cariño, hasta que un día me percaté de que no podía vivir
sin ella. Las guarniciones me parecían frías sin su presencia y los viajes que
tanto amaba se me antojaban tristes y devastadores. Adoraba sentarme a su lado
a ver pasar el tiempo, escuchar durante largos paseos sus locos sueños de
aventuras imposibles, las recetas del estofado de ciervo que había preparado
para su familia o cómo intercambió una piel de oso por una de oveja, que
resultaba mucho más cálida para cubrir su lecho. Todo era interesante por el
simple hecho de que salía de su boca… Tampoco lo dudó cuando le pregunté. Me
abrazó y me besó con fuerza, una fuerza que ha permanecido intacta a lo largo
del tiempo. Me entristece dejarla pero debe seguir su camino sin mí. Ha sido mi
fiel compañera y acepta mi decisión, aunque el brillo de sus ojos delata que le
sigue doliendo.
…Feliz como el día en el que
nacieron mis vástagos. Llegaron los dos de golpe, como lo han hecho todo desde
entonces. Esperaba fuera de la choza mientras las mujeres acompañaban a Enólay cuando les oí rugir como animales
hambrientos. Ellos no lloraron, gritaron, y aún no han dejado de hacerlo. Dos
cabezones, luchadores y trabajadores a los que amo con cada poro de mi
envejecida piel y por los que siento el mayor orgullo que jamás había
experimentado.
Por todo ello me voy feliz. Al mirar
atrás compruebo mis huellas en el camino y son rectas y decididas, como siempre
quise que fueran. No me da miedo la muerte. He cumplido con hombría y valor
todo lo que me propuse y quiero que mis ancestros se sientan orgullos. Por eso
me marcho como he vivido, como un hombre de convicciones. La despedida no ha
sido fácil. Mis hijos y Enólay apenas
han podido contener la emoción, aunque en el último instante, antes de cubrir
con la gran roca de hielo la entrada de mi tumba, han sonreído, sabiendo que
esa era la imagen que yo quería guardar en mi retina.
Ahora todo es oscuridad y silencio.
Me acuesto reconfortado sobre mi vakhali y cierro los ojos esperando en breve la
llegada de los espíritus de la tempestad. Ellos me acompañaran en mi viaje a la
eternidad, dónde cabalgaré entre nubes protegiendo, una vez más, a mi familia…
a mi tierra… a mi reino.
Tus relatos son muy originales y entretenidos. Se me hacen muy cortos ^^ Un besito.
ResponderEliminarMe alegra mucho saber que te gustan, Eva.
EliminarUn beso.
Es una historia preciosa. Me has conmovido con la manera de contarla haciendo que me ponga tanto en el papel del anciano como en el de su familia, y no sabría decir en que lado de la cueva preferiría estar.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Débora.
EliminarMi madre murió hace unos años y recuerdo que me decía que por mucha pana que se sienta cuando algún ser querido fallece, al final, el que más pierde, es el que abandona este mundo.
Un abrazo
me gusta mucho tu relato , reflejas el amor verdadero entre los familiares y el hombre que va a morir. espero más relatos tuyos.
ResponderEliminarMUY BUENO
Gracias, Nacho.
EliminarSiempre es un placer leer tus comentarios.
Un saludo
¡WOW! ¡Flipante, me encanta!...no podrías publicar uno cada día! je,je,je
ResponderEliminarBueno, creo que me resultaría bastante difícil, Noe. ;)
EliminarUn saludo
Buenos días!!!
ResponderEliminarEspecialmente sentimental el de esta semana,
especialmente tierno y de los que te dejan pensando durante un tiempo después de leerlo,
especialmente tú en estado puro.
Besos
Especialemente bonito tu comentario...
EliminarUn beso
Una entrada fabulosa. Me ha encantado como describes la vida del protagonista y debo reconocer que al terminar de leerlo me ha dado mucha penita :(
ResponderEliminarUn besito
Gracias, Valen.
EliminarEs un relato con final abierto a los sentimientos. Por un lado sí que es cierto que puede provocar tristeza, aunque también felicidad. De hecho, el protagonista no deja de sentirse feliz por la vida que ha tenido.
Un beso
Hay que tener mucho valor para afrontar la muerte con semejante templanza. Una historia conmovedora. Enhorabuena!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Rosa.
EliminarMe alegra saber que te ha gustado.
Un saludo
un final hermosamente amargo. Buen relato.
ResponderEliminarbesos
Gracias, Violeta.
EliminarUn placer tenerte por aquí una semana más.
Un beso
uffff, un poco tristón para mi gusto aunque la ultima parte me ha molado cantidad.
ResponderEliminarsalu2
Quizás un poquito, Salva.
EliminarMe alegro de que te haya gustado, aunque solo haya sido la última parte ;)
Un saludo
Me gustó, y bastante además. Pero le faltó algo.....no preguntes que es, pero el final me ha dejado un sabor amargo.
ResponderEliminarUn beso.
Vaya, es el segundo "amargo" que leo en referencia al final del relato... Y mira que el hombre no para de decir lo feliz que se siente ;)
EliminarGracias, Luisa.
Un beso
Que forma mas hermosa de resumir la vida de una persona. En alguna de esas felicidades me he sentido identificada. Escribes muy bonito. Besos y abrazos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Magali.
EliminarUn beso
Un relato que rebosa talento amigo Miguel, como siempre.. me ha gustado mucho!!
ResponderEliminarUn saludo!!
Y como siempre, amigo Hammer, es un placer tenerte por aquí.
EliminarUn saludo
Hola!!
ResponderEliminarNo veo la hora de leer toda la saga, me resulta fantástico todo lo que escribes! Gracias por hacerme los lunes mas llevaderos.
Un saludo
Gracias a ti, Javier, por querer compartir este ratito de los lunes conmigo.
EliminarUn saludo
Ya está!... ¿Qué pasa con Dragtarr, y con Adriell, y con el prota?...
ResponderEliminarMe surgen demasiadas preguntas ahora mismo como para seguir comentando. Me ha encantado el relato.espero el próximo.
La mayoría de relatos dejan muchas incógnitas en el aire. Lo bueno es que todas serán despejadas en los libros.
EliminarUn saludo y gracias por tus palabras.
La verdad es que me dejas estupefecto con esta entrada.
ResponderEliminar¡Le doy un 10 a esta historia!
Saludos
¿Un 10?
EliminarBueno, seguro que has puntuado muy por encima, pero aún así te lo agradezco mucho.
Un saludo
¡Hola!
ResponderEliminarEs un relato que me ha gustado bastante, corto pero impactante.
un abrazo
Y eso que éste no es de los más cortos...
EliminarGracias, Narciso.
Un abrazo
Fantástico!!!!! Es buenísimo!!!!!
ResponderEliminarMe alegra mucho saber que te ha gustado, Valeria.
EliminarUn saludo
Hola,
ResponderEliminarLeo muchos blogs pero nunca había seguido ninguno asi que eres el primero que sigo porque me ha impresionado mucho tu manera de escribir y porque adoro la fantasía.Por lo que he leido aun no has sacado el primer libro de tu saga,¿sabes para cuando podré comprarlo? Un saludo y continua haciendo magia con tus palabras
Pues qué quieres que te diga. Para mí es todo un honor tenerte como seguidor, sobre todo siendo la primera vez que sigues un blog.
EliminarEn cuanto al libro, está ya terminado y a la espera de ver con qué editorial lo publico finalmente.
Un saludo y bienvenido a Mundo Conocido.
Holaa!! Hay algo en tus historias que siempre me cautivan. Sin lugar a dudas, este relato se va directo a mi lista de mejores lecturas:)
ResponderEliminarUn besoo
Gracias, Mari Cruz.
EliminarSiempre es un placer leer tus comentarios.
Un beso
Decirte que nos encanta tu blog!!!!nos encanta saber que hay gente que como a nosotras les encanta escribir!!! pásate por nuestro blog y échale un vistazo a nuestro blog http://mdeunalectora.blogspot.com.es/ muchos besos
ResponderEliminarMe alegra mucho saber que os gusta mii blog. Siempre es agradable recibir visitas de "colegas" del universo blogger. Me pasaré por vuestro blog, seguro que es de lo más interesante.
EliminarUn beso
¡Hola! La verdad es que este relato me gustó mucho aunque algunos trozos se me hicieron lentos.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Hola, Toni.
EliminarDime que trozos se te hicieron lentos que los elimino ya mismo ;)
Un abrazo y gracias por seguir por aquí.
Todo un derroche de valor y templanza. Nació feliz, vivió feliz y morirá feliz. ¿Dónde hay que firmar para que la vida sea tan simple?
ResponderEliminar¡¡¡¡Un saludo!!!!
Si algún día averiguo donde hay que inscribirse para tener esa vida, Joaquín, te aviso ;)
EliminarUn saludo
Siempre es un placer para los sentidos pasar por tu blog.
ResponderEliminarEste es un relato hecho con el corazón ...
Feliz semana...
El placer es mío al poder tenerte una semana más por aquí, Elena. Por cierto, la semana pasada te puse falta ;)
EliminarUn abrazo
Una forma realmente preciosa de resumir la vida del protagonista. Me encanta como nos presentas su historia, sus valores y su personalidad con cuatro pinceladas. Eso es saber escribir. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, Mar.
EliminarMe alegra mucho saber que te ha gustado.
Un beso
Me apunto a morir así, feliz, con tranquilidad y con mi familia arropándome llegado el momento
ResponderEliminarbesossssss ^_^
Y yo, Marian. Y yo.
EliminarUn beso
Un gran relato. Felicidades.
ResponderEliminarSaludos
Agradezco mucho tu comentario, Ana.
EliminarUn saludo
me encanta como describe las estapas de su vida, sobre todo cuando la chica le sonrió.casi puedo verle la cara de felicidad.un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola
ResponderEliminarme gustó mucho el final, se me puso la piel de gallina de imaginar la situación.
Besos
Gracias, Irene.
EliminarMe alegra saber que te ha gusatdo.
Un beso
...Feliz por poder leerte y disfrutar con tus historias.
ResponderEliminar¿Alguna noticia de la publicación del libro?
bsos
Feliz yo por tenerte por aquí una semana más.
EliminarEn cuanto al libro, sigo a la espera de que me confirmen fecha. Os mantendré informados.
Un beso
Llegar a viejo y morir con dignidad son dos de las metas que tengo marcadas. Espero poder conseguir ambas
ResponderEliminarBuen relato
Saludos templarios
Bueno, yo me apunto también a llegar a esas dos metas.
EliminarUn saludo
Bonito relato
ResponderEliminarUn saludo
Muchísimas gracias.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un saludo