-¡Majestad, no me
parece buena idea! Sois el rey de Myrthya
y un monarca no debería mezclarse con sus súbditos en celebraciones populares y
menos en ésta, donde hay cientos de
myrthyanos venidos de todos los rincones de vuestras tierras ávidos de cerveza
y armados para participar en las distintas competiciones.
- Mi buen amigo,
una de las ventajas de ser rey es que puedo hacer lo que me plazca sin
necesidad de dar explicaciones a nadie, ni tener que escuchar sermones de uno
de mis nuevos consejeros. Participaré en los Juegos de la Memoria para dar ejemplo y demostrar a mi pueblo que
su rey no tiene rival en el manejo de la espada.
Frundial, que la historia
de Myrthya recordaría con el
sobrenombre de El Espigado por su
gran altura, fue el primer monarca del reino del arco iris. Se autocoronó rey
en el año 76 del segundo comienzo, tras la muerte de su padre, Shisenet. En su reinado se promulgaron
las primeras leyes por las que debían regirse todos los habitantes de Myrthya. También creó un consejo asesor
formado por los terratenientes más importantes que presidía el mismo rey. Era
un hombre altanero, soberbio, mujeriego, preocupado de sí mismo y de su fortuna
más que de su pueblo. Casado en tres ocasiones, sólo tuvo un descendiente
varón, Rendelión, fruto de su segundo
matrimonio. Precisamente acompañado de su único hijo acudió aquella mañana de
los últimos días del ciclo solar inferior a los campos donde se celebraban los
juegos.
-Permanece cerca, Rendelión, y verás cómo tu padre se hace
con la victoria-, anunció el monarca a su vástago.
-Ten cuidado,
padre, buenos luchadores participan en esta competición y su empeño y arrojo se
incrementarán al enfrentarse al rey-, contestó prudente el joven príncipe.
La lucha con espada
era una de las pruebas que más público y participantes concentraba. Frundial poseía gran destreza con el
afilado acero y en años anteriores ya había ganado este torneo, aunque no
siempre por su buen hacer con la espada, sino por la dejadez y el temor de sus
oponentes ante la posibilidad de vencer al propio rey en contienda. Pero esta
vez el monarca no contaba con Aresny,
un fornido herrero cuya mujer fue forzada por el señor de Myrthya unos meses atrás. Su propia esposa, que prestaba sus
servicios como sirvienta en las estancias de Frundial, le contó como el monarca la hizo llamar a sus aposentos y
la obligó a desnudarse y a practicarle una felación mientras él la sobaba y
besaba sus senos.
El herrero se
deshizo de sus oponentes con extrema dureza mientras que el rey hacía lo propio
con los suyos con más facilidad. Frundial
disfrutaba humillando a sus rivales de menor destreza y luego solicitaba del
respetable los aplausos y vítores que como rey su pueblo tenía la obligación de
otorgarle. Finalmente el cuadro de enfrentamientos cruzó sus nombres.
-Buen herrero,
¿cómo está vuestra mujer? Llevo algún tiempo sin verla por mis dominios-,
ironizó prepotente el monarca.
Aresny no contestó.
Apretó sus labios con tal fuerza que una mueca de dolor se reflejó en su
rostro. En su mente una lucha de sentimientos hacía temblar los pilares del
raciocinio. El deseo de matar a aquel indeseable se confrontaba con el miedo a
las represalias que sufrirían él y su familia por acabar con la vida del rey de
los myrthyanos.
El juez ordenó
comenzar el combate y Frundial inició
una serie de duras y certeras acometidas que hicieron caer al suelo al herrero.
El monarca se volvía mirando al público con los brazos en cruz mostrando la
facilidad con la que estaba venciendo e intentando ridiculizar a Aresny. Los ciudadanos allí concentrados
vitoreaban las acciones de su rey, aunque pocos le profesaban pleitesía real.
El herrero se levantó y blandió su espada con ambas manos. Con un grito seco
llamó la atención de Frundial que se
dirigió hacia él.
-Al parecer no has
tenido bastante todavía. Es curioso, estas mismas palabras se las dije a tu
esposa la segunda vez que vino a verme-, dijo el rey, provocativo.
Aresny se abalanzó contra
el rey con tal ímpetu que lo derribó cayendo sobre él y comenzó a golpearlo en
la cara con la empuñadura de la espada. La nariz de Frundial estalló como si una fuente de aguas rojas brotara de su
interior. Todo se enmudeció, hasta los pájaros parecían haber dejado de cantar.
Entonces Aresny se asustó y dejó de
golpear al rey. Se irguió y dándole la espalda al monarca se dispuso a
abandonar aquel escenario. Frundial,
herido en su orgullo y encolerizado, se levantó y con la espada en alto se
dirigió hacia Aresny para asestarle
un golpe traidor que acabara con su vida. El joven y corpulento herrero se giró
lanzando su espada sin pensarlo contra la figura del rey, atravesando su pecho.
Frundial cayó herido de muerte. Desde
el suelo buscó la mirada cómplice de su hijo que se dirigía corriendo hacia él.
Cuando Rendelión llegó junto a su
moribundo padre sólo pudo recostarse a su lado cuerpo y cogerle la mano antes
de que falleciera. Luego fijo su mirada en Aresny,
que permanecía con el rostro desencajado y prendido por dos soldados.
-¡Soltadlo!-, gritó
el joven príncipe. -Este hombre ha actuado en defensa propia. ¡Dejadlo marchar!
¡Os lo ordena vuestro nuevo rey!
Episodio
perteneciente a la cronología de Myrthya acaecido en el año 102 del Segundo
Comienzo
¡A rey muerto rey puesto! Creo que el pueblo saldrá ganando con el nuevo rey. Como de costumbre nos brindáis una buena historia que leer.
ResponderEliminarSaludos templarios
Gracias, Richard.
EliminarSiempre a vuestro servicio.
Un saludo
soy mas de diálogo que de mamporros, aunque reconozco que en esta ocasión se lo merecía.
ResponderEliminarbesitosssss
Eso paree ;)
EliminarUn beso y gracias por seguir por aquí.
Con este escritor, cualquiera no hace un buen acompañamiento. Magnifico todo. Cada vez estoy mas encantada de pertenecer a este circulo ^^`
ResponderEliminarEl placer es mío de poder tenerte junto a mí, Rocío.
EliminarBesos
Muerte al tirano!!!!!!!!
ResponderEliminarEstas son las historias que me gustan. Muy buena.
Ya lo imaginaba, Toni. Siempre que el relato lleva sangre y muertos disfrutas de lo lindo ;)
EliminarUn abrazo
Muy buena, si señor.
ResponderEliminarGracias, Manolo. Me alegra mucho tenerte por aquí.
EliminarUn abrazo
Fantástico!!!!
ResponderEliminarGracias, Joanna. Por tu comentario y por aseguir leyendo una semana más lo que voy escribiendo.
EliminarUn beso
Menudo empezado de sinvergüenza! Como me gusta que te lo hayas cargado! Hurra por su hijo.
ResponderEliminarAquí tenemos a otra que disfruta con los relatos violentos ;)
EliminarMuchas gracias, Mar.
Un abrazo
Un relato muy enriquecedor. Pobre hombre sometido al poder y a la soberbia de un déspota. Me gusta cómo transmites su furia e impotencia , pero sobre todo me encanta en final, aunque es poco realista.
ResponderEliminarAgradezco mucho tus palabras, Martina.
Eliminar¿Realista? Bueno, cuestión de imaginación. ¿Qué llevaría sobre sus espaldas el príncipe para proteger al asesino de su padre? ¿O quizás se conocían y todo era un complot?... :)
Enhorabuena de nuevo!!! Me gustas cada vez más. Estoy impaciente por leer tu libro.
ResponderEliminarGracias, Juan.
EliminarEspero que cuando lo tengas entre las manos no te defraude.
Un saludo
muy emocionante y la pelea esta genial. felicidades
ResponderEliminarbesos
Gracias, Mari Cruz.
EliminarUn beso
Congratulations. It´s fantastic
ResponderEliminarThanks, Randy. You´re the fantastic ;)
Eliminarsee you soon
Así me cargaba yo a más de un gobernante :)
ResponderEliminarExcelente relato. Un abrazo
Jejeje, bueno, prefiero usar las elecciones democráticas de momento. Quizás en el futuro... ;)
EliminarUn abrazo
Cómo me hubiera gustado vivir en aquella época.Ser un señor,por supuesto,un rey que pudiera hacer lo que le diera la real gana...Nunca mejor dicho...Buen trabajo!
ResponderEliminarBueno, creo que eso te gustaría a ti y al resto del mundo ;)
EliminarGracias por comentar este relato.
Un saludo
Un 10 para el relato y el escritor. averiguaremos en alguno de los libros por qué el hijo mostró tan poco respeto por la muerte de su padre??? Y otro 10 para las imágenes
ResponderEliminarSaludos
Yo mi 10 te lo cedo a ti, por seguir fiel una semana más a este blog y a este humilde escritor.
EliminarUn saludo
Ohhhhh!! Me ha encantado!!!!Y el final es super bonito!!!
ResponderEliminarBesitoS!!!!
Gracias, Belén.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un beso
déjate ya de relatos y publica el libro, que estoy deseando poder leerlo :)
ResponderEliminarMuy buena esta historia sobre el cambio de reyes.
Salu2
Jajaja. En eso estoy, Carlos. Ya me queda poco para terminarlo, pero mientras, para abrir boca, seguiré con los relatos.
EliminarUn saludo
Hola ^-^
ResponderEliminarLa verdad es que hace tiempo que sigo este blog pero no había tenido tiempo de leer todos los relatos desde el primero. Estas vacaciones he aprovechado para ponerme al día y estoy encantada:S
Muchas gracias por las entranadas que nos ofreces todas las semanas :)
Un beso enorme :D
No, Juana. Gracias a ti por querer leerlas y seguir aquí semana a semana.
EliminarUn beso
En ti linea. Intrigante, fácil de leer y de final sorpresivo.
ResponderEliminarAbrazos
Y tú en la tuya, Débora. Comentarios concisos, directos y constantes. Un verdadero placer para mis ojos.
EliminarUn abrazo
Gran blog.. te sigo ..
ResponderEliminarte invito a visitar y seguirme en mi blog
Las Gangas de un Berubyano
https://www.facebook.com/lasgangasdeunberubyano.blogspot?ref=hl
Bienvenido. Es un placer tenerte por aquí.
EliminarClaro, descuida, pasaré a echar un vistazo por tu blog.
Genial, estpendo, magnifico... ¿crees que me ha gustado? XDDDD
ResponderEliminarBueno, tengo mis dudas, pero me inclinaré por un sí :)
EliminarGracias, Nacho
Me recomendaron este blog hace unos días. Desde el lunes no he podido parar de leer y leer y leer. Disfruto con las historias y el estilo que tienes, Miguel. Fresco, ligero, impactante y original.
ResponderEliminarTe has ganado una seguidora de este blog y futura compradora de ese libro que veo que se espera con ansia. Que sea rapidito :)
Encantado de tenerte por aquí, Marta. Me alegra mucho saber que te han gustado los relatos que llevo publicados. Espero que sigas pasando por el blog todas las semanas y que el libro sea de tu agrado, cuando lo puedas leer.
EliminarUn abrazo
Es un relato muy entretenido, Miguel. Aprovecho para felicitarte por el éxito que estás teniendo con este blog. besos
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Rosa. El éxito que pueda estar teniendo es siempre gracias a vosotros, que os interesáis en leer lo que voy publicando.
EliminarUn beso
-Al parecer no has tenido bastante todavía. Es curioso, estas mismas palabras se las dije a tu esposa la segunda vez que vino a verme-.....hay que ser malo, malo, malo. Bien por el herrero. Yo le cortaba la cabeza como a los zombis, por si dijera de resucitar :]
ResponderEliminarY no me podrías adelantar el próximo???
Hola!!! nunca había leido nada tuyo, pero me ha gustado tanto que tendré que empezar desde el primero ^^
ResponderEliminarDebo leerlos seguidos o puedo hacerlo salteados????
Saludos!!!
Oh vaya, no me aparece mi foto y mi perfil en la respuesta :(
EliminarPues no sabes lo que me alegro de que te haya gustado lo que has leído. Gracias por haberte pasado por aquí y espero que todo lo que vayas leyendo sea de tu agrado.
EliminarPuedes leerlos salteados. Nada tienen que ver unos con otros.
Lo del perfil, no es la primera vez que pasa. La página tarda mucho en cargar por los certificados de seguridad que lleva y eso hace que de algunos problemas.
Un abrazo
Un buen cuento, o relato, dependiendo de si quieres o no sacarle moraleja. En mi caso creo que está claro lo que has querido transmitirnos con tu escrito.
ResponderEliminarUn saludo
Bueno, todo relato, o cuento, lleva siempre una enseñanza, lección o moraleja vinculada. Posiblemente no todos los lectores saquen la misma, pero seguro que la mayoría coincidirán, al menos en este caso.
EliminarUn saludo y gracias por pasarte.
Muy tarde, lo sé, pero por fin he encontrado el momento de bloguear, devolverte tu visita y seguirte. A partir de mañana que el chico entra en la guarde seguro que mis visitas serán más seguidas. De momento, me parece un proyecto grande y emocionante. Y veo que tienes muchos seguidores, genial.
ResponderEliminarMaría Cañal B. o www.mystoriesproject.blogspot.com
Encantado de poder saludarte, María, y agradecerte que te hayas pasado por aquí.Espero que lo que vayas pudiendo leer sea de tu agrado.
EliminarUn abrazo