-
- De acuerdo, así lo haré, pero no les
hagas daño o juro por los espíritus de la tempestad que te sacaré las entrañas
y las extenderé tiñendo de rojo la nieve.
Hilumj
cogió su cinturón y lo ató a su cadera. En él portaba un par de martillos y
escoplos de tamaños diferentes. Salió de su casa y empezó a correr en dirección
a la mina de qadurill, situada en los
Montes Sima. Aprendió el oficio de
minero de su padre y éste de su abuelo. Desde hacía generaciones, todos los
varones de la familia de Hilumj
habían trabajado en la mina. Su rutina era la misma cada día. Se despertaba
antes de que el alba llamara a su puerta, cogía sus herramientas y marchaba
hacia el yacimiento donde, jornada tras jornada, extraía de sus paredes rocosas
el preciado mineral tan codiciado por todos en Mundo Conocido. Era un trabajo duro que dejaba exhausto al joven
kalandryano, pero Hilumj conocía a la
perfección el arte de la minería y disfrutaba con su ocupación. La mayoría de
hombres de su edad soñaban con convertirse
en un gran guerrero e ingresar en las filas de la Guardia del Témpano, pero él tuvo claro desde su infancia que
seguiría la tradición de su familia y de muchos miembros de su clan.
Todo
sucedió muy deprisa aquella mañana. Hilumj
dormía plácidamente junto a su esposa y su hija, Telayi, que tenía tres tiernos añitos. Un ruido seco proveniente
del exterior de la vivienda los despertó. El minero miró a su esposa y le
indicó poniéndose el dedo en los labios que guardara silencio. Se levantó,
cogió a la pequeña en brazos y la colocó en la cama junto a su madre. Luego se
dirigió hacia el exterior agarrando un hacha que había junto a la chimenea.
Abrió la puerta de la cabaña y salió. No se veía nada extraño. El silencio y
una leve brisa reinaban en el ambiente. Un extenso manto de nieve cubría todo
el valle que se extendía a los pies de los colosales Montes Sima. La casa de Hilumj
estaba aislada de cualquier núcleo de población. Era un hombre tranquilo y
disfrutaba con la soledad. Por este motivo decidió construir su morada en un
lugar apartado, cerca de la mina en la cual trabajaría el resto de su vida. La
mañana era fría y el vaho acompañaba la respiración del joven minero. Se
aproximó al redil donde guardaban los caballos para inspeccionar la zona.
Tensaba sus musculosos brazos esculpidos a golpe de cincel agarrando el mango
del hacha. Caminaba lento y mirando a su alrededor. No era la primera vez que
sufrían la visita de lobos en busca de una presa fácil. Incluso en alguna
ocasión habían descubierto huellas de druzgo
en las inmediaciones de aquel valle, aunque él nunca vio a ninguno. Estaba
a punto de dar media vuelta y regresar a la cabaña cuando un silbido agudo
rompió la quietud del entorno. Hilumj
no tuvo tiempo de esquivar la piedra que impacto en su frente haciéndolo perder
el equilibrio y caer sin conocimiento.
Al
despertar se encontró tumbado en el suelo de su cabaña. Aturdido, levantó la
mirada para contemplar cómo su esposa y su pequeña estaban sentadas en una
mecedora. La mujer tenía a Telayi
entre sus brazos e intentaba calmar sus sollozos. Junto a ella había dos
hombres armados con espadas y cuchillos. El joven intentó levantarse pero un
tercer desconocido clavó una de sus rodillas sobre la espalda del minero
haciéndole caer de nuevo. Sus intenciones eran claras. Querían que Hilumj se acercara hasta la mina y les
trajera todo el qadurill que sus
brazos pudieran transportar, de lo contrario matarían a la madre y a la niña.
Hilumj
corría entre nieve y rocas como si una manada de lobos lo persiguiera. Subía la
montaña con la rapidez de un vakhali y trepaba con la fuerza de diez osos.
Conocía aquel terreno a la perfección. No tardó mucho en llegar a la mina. Se
detuvo unos instantes para recuperar el aliento y luego se encaminó hacia el
interior.
-
- ¿No disfrutabas hoy de tu día de
descanso?-, escuchó a sus espaldas.
Al
girarse, Hilumj encontró a uno de los
mayorales del yacimiento. Un hombre alto y fuerte, de larga cabellera color
dorado y con un rostro castigado por las arrugas de la edad en el que
resaltaban unos ojos sin brillo, como consecuencia de los años que llevaba
trabajando bajo la montaña.
- - Hay días que es mejor trabajar que
permanecer en casa escuchando reproches-, contestó Hilumj con una voz entrecortada más propia de un mentiroso que de
un hombre de honor.
- - Claro, lo que tú digas-, respondió el
capataz brindando al joven una mirada de sospecha.
El
minero se dirigió hacia el lugar que solía ocupar y cogió el martillo golpeando
el escoplo con fuerza. Eran cientos los hombres que trabajaban allí abajo.
Kalandryanos pertenecientes en su mayoría a los clanes Velisdam y Hurbeka que
dedicaban su vida a la extracción de aquel mineral tan valioso que constituía
el principal medio de subsistencia del reino blanco.
Cuando hubo separado suficientes piedras de qadurill de la pared de la montaña las metió en una bolsa de tela y se dirigió al exterior de la mina. Varios compañeros lo miraron extrañados pues su comportamiento era insólito. Al llegar a la salida comenzó a correr monte abajo. Tras de sí, pudo escuchar la hosca voz del mayoral llamándolo a gritos, pero Hilumj no tenía intención de detenerse. El peso de la bolsa le hacía perder el equilibrio y ralentizaba su carrera. Nunca la distancia hasta su casa le había parecido tan grande.
Cuando hubo separado suficientes piedras de qadurill de la pared de la montaña las metió en una bolsa de tela y se dirigió al exterior de la mina. Varios compañeros lo miraron extrañados pues su comportamiento era insólito. Al llegar a la salida comenzó a correr monte abajo. Tras de sí, pudo escuchar la hosca voz del mayoral llamándolo a gritos, pero Hilumj no tenía intención de detenerse. El peso de la bolsa le hacía perder el equilibrio y ralentizaba su carrera. Nunca la distancia hasta su casa le había parecido tan grande.
...
¿Parte I? ¿Esta vez no nos vas a dejar con la intriga? No lo puedo creer. Estoy deseando de que llegue la próxima semana porque este relato me ha encantado.
ResponderEliminarMe temo que sí, Mar. Me salió un poco largo el relato y por este motivo pensé en hacerlo en dos partes. Créeme si te digo que la espera merecerá la pena.
Eliminarno puedo estar mas deacuerdo con Mar. Es muy cruel dejarnos así hasta la semana que viene :))))
ResponderEliminarSaludos
Me váis a hacer sentir mal :)
EliminarYa queda menos para la semana que viene.
Un saludo y gracias por pasarte, Carlos.
Cuando acabo de leer una de tus hsitorias me entran una ganas tremendas de salir a comprar el libro y empezar a leerlo. Gracias por acercarnos estos magníficos relatos. Y enhorabuena por tu trabajo. Un beso.
ResponderEliminarGracias a ti por tus palabras, Marga.
EliminarSin vosotros, los lectores, este proyecto no tendría sentido.
Un beso
Intenso, intrigante y expectante. ¡¡¡Perfecto!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario, Débora.
EliminarSiempre es un placer verte por aquí.
Un abrazo
Dejarnos a medias de esta historia es la mayor injusticia después del hambre en el mundo y de que Rajoy siga siendo presidente de este cutre país.
ResponderEliminarUn beso
El hambre en el mundo es sin duda la mayor injusticia que se da sobre la tierra hoy en día. Lo otro... en fin...
EliminarGracias por pasarte, Laura.
Un beso
Bueno,bueno, sigues en buen camino. Empiezas a impresionarnos. Te seguimos
ResponderEliminarSaludos
Me alegra saber que os va gustando lo que voy escribiendo. Espero seguir en esta línea.
EliminarUn saludo
This book is one I definitely want to read! Great haul.
ResponderEliminarThanks, Randy.
EliminarI hope when you´ll finally get the book, don´t change your opinion ;)
Te pago un café si me cuentas el resto ^_^
ResponderEliminarMe ha encantado
besos
Me temo que a cambio de un café no podría contarte el final de la historia...pero por una cena... ;)
EliminarGracias,Juana.
Molt bona!!!!!la setmana que ve més
ResponderEliminarComo se suele decir, Roger, más y mejor.
EliminarGracias por pasarte.
Un saludo
Estoy deseando saber que ocurre con la mujer y la niña. Espero que no los hayas mattado ;)
ResponderEliminarUn Beso
Upss :)
EliminarEspero que no cojas la tónica de parte 1, parte 2... jajaja! eres malvado!! Me ha encantado el relato Miki, bien redactado y un ritmo acorde a la historia. Genial!
ResponderEliminarMuchas gracias, Sira. Me alegra mucho que te haya gustado. En principio no es mi idea seguir esta tónica de dividir los relatos, pero este resultó muy largo para colgarlo de una sola vez.
EliminarUn beso
Mi querido y bien hallado escribiente. Debo presentar una queja formal ante el deslogro que por vuestra parte ha supuesto el dejar una de tus historias a medias y mantenernos así una semana en la incertdumbre. Espro que no vuelva a ocurrir tan vil hazaña.
ResponderEliminarSaludos templarios
Estimado caballero templario:
EliminarComprobado el perjuicio que tal hazaña ha supuesto, os doy mi palabra de que no volveré a ofenderos con semejante planteamiento ;)
Un cordial y afectuoso saludo
UNA RELATO MUY BONITO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Agradezco mucho tus palabras, Belén.
EliminarUn fuerte abrazo
Es el primer relato que divides y espero que no te acostumbres a dejarnos en vilo, una semana puede ser eterna. Enhorabuena por tan estupendo trabajo, sigue así.
ResponderEliminarGracias, Alberto.
EliminarVisto lo visto, prometo no dividir más relatos ;)
Un saludo
Muy buen relato, ¡En verdad que ya quiero leer el libro!
ResponderEliminar¡Saludos! :)
Me alegra que te haya gustado, Francisco.
EliminarYa queda menos para que el primero de los libros esté terminado.
Un saludo
Hola Miguel, si te soy sincera, no me gusta mucho este genero. Pero me gusta mucho como describes y relatas los hechos. Yo tambien estoy deseando porder leer el libro. besos
ResponderEliminarAgradezco mucho tus palabras, Susana, sobre todo cuando reconoces que te gusta lo que escribo sin que la novela fantástica sea tu género literario preferido.
EliminarMuchas gracias por seguir por aquí.
Un beso
¡Hola muy buenas!
ResponderEliminarOhh, Me encantan estos relatos y las ilustraciones que los acompañan *w* ¡Son preciosas! Espero que sigas escribiendo como hasta ahora.
Sara.
Prometido, Sara. si no hay contratiempos ajenos a mi voluntad, seguiré escribiendo como lo he hecho hasta ahora.
EliminarEn cuanto a las imágenes que acompañan a los relatos, no puedo más que darte la razón. Son fantásticas.
Un abrazo
esta saga engancha muchísimo, aunque a mí este me gustó menos que el resto, porque le falta un poco de acción y además no tiene un final.
ResponderEliminarEn pocas horas tendrás en el blog la segunda parte del relato. Ya verás como te gusta mucho más, ya que el desenlace estará plagado de acción.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.
no me lo puedo creer, de verdad me vas a dejar así?
ResponderEliminares muy bueno y estoy deseando saber como termina
un abrazo
Me temo que sí, Salva. El relato era demasiado largo como para colgarlo de una sola vez. En breve ya tienes el desenlace aquí mismo, en el blog.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado pero con mayúsculas, ENCANTADO. Estoy deseando leer la parte segunda. :_)
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Me alegra saber que te ha gustado.
EliminarUn saludo
Miguel, semana a semana nos transportas a ese mundo has creado, tu mundo, y nos haces partícipe de aventuras de todo tipo que hacen que nos enganchemos a esta saga como si de una droga se tratara puesto que cada vez necesitamos más y más. No me cabe duda de que tus novelas serán un exitazo y te puedo asegurar que aquí en mi tierra, Granada, son ya muchos los conocidos míos a los que les he mostrado este blog y que ahora te siguen. Hasta hemos hablado de ti y de tu libro en algún que otro café de sobremesa.
ResponderEliminarContinua escribiendo así.
Un beso
Una vez más, Susana, tus comentarios me dejan sin palabras. Esa certeza que tienes de que la saga de El Heredero de los Seis Reinos será un éxito me alienta a seguir con más ganas cada día y el hecho de saber que hay cientos de lectores repartidos por toda la geografía siguiendo lo que huildemente voy escribiendo, no hace más que rodearme de un perenne halo de satisfacción y orgullo (y un poco de miedo;)
EliminarGracias de corazón.
Un beso
Yo, que soy un poco sanguinaria y bastante dramática, creo que han matado a la mujer y a la hija... o que las matarán después de obtener su botín. Robarán los caballos y se alejarán de alli dejando al pobre hombre temblando de ira, sin darle tiempo a llorar la muerte de su familia. Porque obviamente se vengará ^-^
ResponderEliminar¿Cómo si no iban a haber dos partes de este minero? Si acabaran todos felices y comiendo perdices no nos lo mostrarías. Algo va a pasar en la segunda parte, y voy directa a saberlo.
Bueno, no siempre todo es lo que parece que será ;)
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