Era noche cerrada cuando Dúrjen entró en su morada encontrando la calma y el silencio que tanto había añorado durante el día. El fuego ardía débil en la chimenea propiciando un cálido ambiente en la estancia, que contrastaba con el intenso frío del exterior. Su mujer dormía plácidamente tapada hasta la cintura con una manta hecha de piel de oso. En sus mejillas se reflejaban los colores de las llamas y una sonrisa de tranquilidad iluminaba su hermoso rostro. Dúrjen llevaba dos días fuera de su hogar cazando lobos al frente de un grupo de guerreros de su clan. Desde que fue nombrado caudillo de los Hásphid no perdía ocasión de dirigir a los suyos en cuantas expediciones y cacerías se organizaban. Consideraba que era su deber y su responsabilidad marchar siempre el primero dando ejemplo de valor y demostrando que era él quien dirigía los designios de su pueblo.
Sin hacer
apenas ruido dejó las armas sobre la mesa de la sala y se quitó los ropajes que
cubrían su cuerpo. Luego se tumbó al lado de su mujer y la abrazó arrimándose a
su espalda buscando la calidez de su cuerpo. Dúrjen puso una mano alrededor de uno de los pechos de su esposa y
cerró los ojos reconfortado por la tranquilidad que todo lo envolvía.
Un fuerte
golpe lo hizo despertar. Sobresaltado, se incorporó y vio que la puerta de la
casa estaba abierta. Se levantó de la cama y cogió una de sus espadas para
dirigirse desnudo al exterior. Había empezado a nevar y la ventisca azotaba el
poblado, pero por extraño que pudiera parecer, Dúrjen no sentía frío. El jefe del clan Hásphid pisaba descalzo una fina capa de nieve, mientras varios
copos cubrían su largo cabello. La temperatura era gélida, aunque él no sentía
temblor alguno en los músculos de su cuerpo. En la cabaña de enfrente, a través
de una ventana, pudo vislumbrar a duras
penas la silueta de una mujer que parecía estar fornicando con su pareja. Dúrjen se aproximó para ver de cerca
aquella escena y no pudo evitar dar un grito de estupor al comprobar que
aquella hembra estaba de pie apoyada sobre la repisa y quien la penetraba por
detrás era un enorme lobo de pelaje gris, que se mantenía erguido sobre las dos
patas traseras. El animal miró fijamente a Dúrjen
con dos penetrantes ojos rojos como la sangre y soltó a la mujer para dirigirse
con velocidad hacia la puerta.
El caudillo de los Hásphid corrió lo más rápido que le permitían sus piernas hacia su
casa. Una vez dentro, cerró la puerta y percibió un nauseabundo olor a pelo
quemado. Con horror observó que dos brasas de leña habían resbalado de la
chimenea prendiendo la alfombra de piel de oso blanco que cubría parte del
suelo. Las llamas se avivaron con celeridad y formaron una cortina de fuego que
impedía a Dúrjen llegar hasta su
esposa, que permanecía inmóvil en la cama a pesar de los gritos desesperados de
su marido. Pegado a una de las paredes y cubriéndose la cara con un paño mojado
pudo atravesar aquel manto de llamas y acercarse hasta el lecho dónde se
encontraba su mujer. Tiró de ella con fuerza y la cogió en brazos dirigiéndose
hacia una ventana situada en la parte trasera de la cabaña. Dejó el cuerpo
inerte sobre el suelo para abrir aquel portillo y cuando fue a cogerla de nuevo
quedó petrificado al ver el rostro de aquella figura que había recobrado el
sentido y comenzaba a levantarse. Sus ojos eran oscuros y profundos, sin vida.
Su frente protuberante dejaba asomar las arrugas de alguien que ha vivido mil años.
En su boca no había labios y sí unos dientes puntiagudos que sobresalían por
debajo de una nariz grande y rugosa. Aquel ser monstruoso se puso en pie y
alargó unos brazos esqueléticos para intentar agarrar el cuello del aterrado
guerrero. Dúrjen reaccionó a tiempo
de empujar a aquel ser espeluznante y lanzarlo contra el fuego que consumía ya
más de la mitad de la casa. Luego saltó a través del ventanal y cayó sobre la
nieve.
Un gruñido justo encima de él le hizo levantar la mirada para comprobar
que tenía delante al lobo de pelaje gris al que había visto fornicando momentos
antes. Dúrjen gateó lentamente hacia
atrás sin perder de vista los ojos rojos de aquella bestia que avanzaba
despacio mostrando sus desgarradores colmillos. Finalmente, su cuerpo desnudo
chocó contra la pared de su casa quedando desprotegido y sin posibilidad de
huir.
El animal
tenía la boca entreabierta y permanecía quieto esperando el momento de saltar
sobre aquel humano indefenso. El rojo de sus ojos se hizo más intenso
reflejando la rabia contenida. De repente, con un fuerte impulso de sus patas
traseras, se abalanzó sobre Dúrjen
clavando los colmillos en su cabeza.
El hombre
gritó presa del pánico. El dolor era insoportable. Sentía cómo aquellos dientes
resquebrajaban lentamente su cráneo. Justo cuando estaba a punto de perder el
conocimiento escuchó la voz de su esposa:
- ¡Dúrjen! ¡Dúrjen! Despierta, esposo mío, has tenido una pesadilla-.
El jefe del
clan Hásphid se incorporó sudoroso
con las manos puestas en su rostro. Miró a su alrededor para asegurarse de que
todo estaba en su lugar. Observó el hermoso rostro de su esposa y sin decir nada,
con una sonrisa dibujada en su cara, la abrazó y volvió a tumbarse quedándose
dormido al instante.
…
Fuera, en el
exterior, la nieve había comenzado a caer y la ventisca azotaba todo el
poblado. En la cabaña de enfrente, a través de
una ventana iluminada, se podía ver la silueta de un lobo acercándose a
una mujer…
Gosh! Pensé que Dúrjen iba a pasar a las historia!
ResponderEliminarGenial, aún tengo el corazón latiendo a prisa :)
Un abrazo.
Pues imagina como tendría el corazón el propio Dúrjen cuando se despertara ;)
EliminarGracias, Piix. Como siempre, es un placer tenerte por aquí.
Un abrazo
Debo decir que me habeis engañado del todo, mi buen escribiente.
ResponderEliminarConfieso que llgué a creer que ese lobo se iba a zampar al guerrero desnudo.
Me ha gustado mucho
Saludos templarios
Pues sólo puedo añadir que esa era mi intención y que me alegra haberlo conseguido.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo
Uff yo también he pensado lo mismo, me alegro de que fuese un sueño.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Gracias por pasarte por aquí, Alicia.
EliminarSeguimos en contacto.
Un beso
eso es una pesadilla y o demas es mentira :)
ResponderEliminarGenial!!!!!
Un saludo
Gracias, Nacho.
EliminarSí, la verdad es que mejor no tener pesadillas de ese estilo.
Un saludo
Una vez más me dejas gratamente sorprendida.
ResponderEliminarUn beso
Y yo que me alegro, Rosa.
EliminarUn beso
Has sabido esconder la realidad del relato hasta el final llevando al lector a pensar que lo que leía ocurría de verdad. Es un recurso que no todos los escritores son capaces de dominar y, en tu caso, parece que te defiendes bien. Además, ese toque final en el cual das un giro a todo el escrito dejando abierta la posibilidad de que realemente no sea un sueño, es muy bueno.
ResponderEliminarSigo por aquí aunque no me deje ver.
Un día de estos tendrás que decirme tu nombre para al menos dirigirme a ti de alguna manera ;)
EliminarGracias por tu comentario. Es un placer tenerte por aquí, aunque no te dejes ver.
Un saludo
que buena!!!!
ResponderEliminarGracias, Salva.
EliminarUn saludo
Buenos dias, genial una vez más
ResponderEliminarGracias, Maribel. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn beso
Vaya, esta vez no tengo comentarios sarcásticos ni suposiciones que hacer. No tengo ni idea de qué puede ser ese lobo, sólo se me ocurre que sea una especie de hombre-lobo, ni tampoco sé qué relación guardan el lobo con el bixo que se lleva los años de vida de la gente, porque, está claro que hay una relación... No puede ser coincidencia.
ResponderEliminarUn beso! :)
Dejémoslo en un sueño, Sonia, un simple y horrendo sueño ;)
EliminarUn beso
habia oido hablar de esta pagina pero no habia entrado hasta hoy. me e quedado flipado con las historias que he leido. ya tienes un seguidor mas.
ResponderEliminarsalu2
Pues me alegro mucho de tenerte por aquí, Francisco, y me alegro de verdad que te haya gustado lo que has leido.
EliminarUn saludo
Por fin estoy por aquí. Llevaba tiempo queriendo abrirme un perfil de seguidora y ya lo tengo, aunque ya sabes que lo soy desde el principio. Llevo el heredero de los seis reinos en la sangre :)
ResponderEliminarUn besito
¡Ya era hora, Elena!
EliminarAhora ya puedo seguir escribiendo tranquilo ;)
Un besazo
"""""espeluznante"""""
ResponderEliminaruna pasada
Me gusta esa palabra para calificar el relato ;)
EliminarUn saludo
Muy bueno.
ResponderEliminarSi el ritmo de las novelas es igual al de los relatos te aseguro un gran éxito.
Un saludo
De eso que no te quepa duda, Carlos. El ritmo de las novelas será vertiginoso. Apenas habrá tiempo para relajarse.
EliminarGracias por tus palabras.
Un saludo
Como siempre me ha encantado y me ha enganchado ;) Muy bueno el final dejando abierta la posibilidad de que realmente suceda lo que ha visto en sueños... ¿Qué pasará?... Pronto lo descubriremos ;) 1 beso
ResponderEliminarMe encanta tenerte por aquí, Sonia.
EliminarBueno, ese final deja al lector la posibilidad de decidir si quiere que todo quede en una pesadilla o quiere que ésta se convierta en realidad ;)
Un beso
Me temo Sunny que esa pregunta de ¿qué pasará? es la quenos hacemos todos y la que Miguel no nos responderá hasta que tengamos el libro en nuestras manos, y ni así las tengo todas conmigo.
ResponderEliminarNo sé por que me imaginé desde el principio que era un sueño, pero aun así es un relato formidable.
Un beso
Vaya, vaya, así que te lo imaginaste, ¿eh?. Tendré que inventar algo más retorcido para pillarte la próxima vez.
EliminarUn beso
pero seguro que es un sueño? porque ese lobito entrando al final en casa de la chica me deja desconcertado
ResponderEliminarUna historia genial
Lo dejo a tu elección, Scooby.
EliminarGracias por tus palabras.
Un saludo
jijiji, que bueno. No me lo imaginaba. Es fantastico.
ResponderEliminarBesos
Agradezco tus palabras, Melisa. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn beso
Cada vez más sorprendida por tu forma de escribir. Eres todo un descubrimiento. Lástima que haya que esperar todavía unos meses para poder tener tus libros. Sigue así.
ResponderEliminarUn saludo
Pues no sabes como me alegra oirte, bueno, leerte, que estás sorprendida por mi forma de escribir.
EliminarMe temo que tienes razón en lo de los libros. El primero estará terminado en pocos meses, a ver si hay suerte y puede estar publicado para fin de año.
Un saludo
Me has dejado sin palabras y sin aliento. Vaya final mas alucinante :)
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado, Mari Cruz.
EliminarUn abrazo
Una vez más lo has logrado. Dejarnos con la intriga y gratamente sorprendidos. Genial!!!
ResponderEliminarEsa era la idea, Sira ;)
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso
una historia muy buena,felicidades
ResponderEliminarGracias, me alegra que te haya gustado.
EliminarUn placer tenerte por aquí.
Un abrazo
pues menos mal que era un sueño xq si no vaya panorama se le presentaba al pobre Durjen.
ResponderEliminarUn flipe de relato!!!!!
¿Y quién dijo que fuera un sueño, Toni? ;)
Eliminarlos relatos que llevas publicados hasta ahora estan relacionados?
ResponderEliminartienen algo en comun con los libros que estas escribiendo?
enhorabona per aquest impressionant blog
Hola, Roger.
EliminarBienvenido a los Seis Reinos.
Los dieciséis relatos que llevo publicados son independientes, es decir, puedes leerlos en el orden que quieras que no tienen nada que ver los unos con los otros. Por supuesto tienen mucho en común con los libros. En algunos casos son historias sobre personajes que aparecerán en las novelas de forma secundaria y en otros se limitan a situarte en los diferentes territorios y familiarizarte así con sus paisajes, su fauna, sus lugares más interesantes, etc...
Gracias por tus palabras.
Un saludo
Dios que miedito he pasado. Ayer soñé con zombies y me pareció horrible y sin embargo fue un sueño dulce al lado de esta pesadilla :)
ResponderEliminarSi un sueño de zombies es preferible a éste, ya te tiene que haber impactado ;)
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Muchas gracias por venir a mi blog y quedarte por allí, escribes genial. Un besazo.
ResponderEliminarHola, Tamara!!
EliminarUn placer tenerte por aquí. Me alegra que te guste como escribo. Me iré pasando por tu blog para leer las entradas que vayas publicando.
Un beso
Miguel, es magnífico!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Débora.
EliminarMe alegra mucho que te haya gistado.
menos mal que era una pesadilla.. o esperemos que no fuera una premonición...
ResponderEliminarme ha gustado mucho!! ^^
Gracias por tus palabras, Anyi.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Es un placer tenerte por aquí.
Un abrazo
no me esperaba que fuera un sueño, muy bien escrito
ResponderEliminarGracias, Juan.
EliminarEsa era la idea; sorprenderos con el final.
Un saludo