Relato escrito por una seguidora de la saga El Heredero de los Seis Reinos.
Las mujeres de Vharane
son libres como las arenas que gobiernan vuestras tierras… y libres son de buscar en
otro jergón el calor y los hijos que no consiguen en el suyo.
Las palabras de Gendyra martilleaban insistentemente la cabeza de Angerb desde hacía dos días, cuando la bruja había escupido sobre los huesos sagrados para a continuación espetarle, en pleno trance, dicha sentencia.
Las palabras de Gendyra martilleaban insistentemente la cabeza de Angerb desde hacía dos días, cuando la bruja había escupido sobre los huesos sagrados para a continuación espetarle, en pleno trance, dicha sentencia.
Son sólo palabras, son sólo
palabras… Pero no podía dejar de pensar en ellas. Sobre todo cuando uno de sus
compañeros, Marten, le repitió las que
a él le habían correspondido:
Una buena mujer no buscará a su vecino, ya que avergonzaría a su hombre, sino que encontrará el amor que le falta en un extraño que no exija más compromisos que los que ella desee.
Una buena mujer no buscará a su vecino, ya que avergonzaría a su hombre, sino que encontrará el amor que le falta en un extraño que no exija más compromisos que los que ella desee.
Recuerda entonces el momento en el que
Hiznia, su joven esposa, lo eligió en
el rito de la pluma.
En Vharane era
común que las adolescentes gozaran de libertad total antes de elegir a su
compañero definitivo, disfrutando con naturalidad de sus ansias y deseos con
quien más les apeteciese en cada momento. En teoría, era el gran sol con su poder el que seleccionaba con el vuelo de una pluma a su compañero ideal,
pero no había mujer que no fijase como día de su rito aquel en el que soplase
el viento adecuado para que la pluma que lanzaba al aire cayera en la puerta
adecuada.
Ese día, la joven colocaba un ramo
de yentibera con su nombre en el centro de la plaza de la aldea, siempre
circular; y esa noche, todos los mozos interesados en su amor se colocaban en
las puertas numeradas, por orden de edad y posición social.
Rememoró como si lo estuviese
viviendo la espera emocionada de la llegada de la pluma, pues sabía que la cálida brisa le era favorable. Y recordó con una sonrisa cómo la pluma salía de la
mano de Hiznia, volaba ligera hacia
el chico que ocupaba la puerta de su derecha, y cómo ella salía disparada con
cara de picardía, recogía la pluma al vuelo y decía que se le había escapado,
entre las carcajadas de sus amigas.
Cuando en el segundo intento cayó a
sus pies, fue incapaz de mover un solo músculo. Levantó la mirada y vio a Hiznia, erguida como una diosa, mirándolo
anhelante con expresión de interrogación. Y sin pensarlo, se agachó lentamente,
recogió la pluma y avanzó hacia ella, colocándola dulcemente en su pelo. Hiznia lo tomó de la mano y se alejaron
juntos de la plaza arropados por los aplausos y risas de sus vecinos.
Angerb
no podía soñar nada mejor. Sus anhelos de juventud se habían limitado a ser el
mejor soldado, el más atento a sus superiores, el más hábil con la espada y el
arco, el más capacitado para luchar sobre un camello incluso en medio de la mas fuerte tormenta de arena. Y, sin embargo, Hiznia
lo había elegido; sólo ella era capaz de distraerlo en su propósito de servir
en el destacamento del puente que custodiaba el acceso al Palacio de la Laguna, hogar del Suliadán
de Mundo Conocido. Una unidad a la
que sólo los más selectos guerreros tenían acceso.
Lo habían destinado a la guardia del
puente apenas unas semanas después de comprometerse con ella, cumpliendo así
sus sueños.
Hiznia,
que cada noche lo reclamaba por muy cansado que llegase, sin hablar, pidiendo y
exigiendo sólo con su mirada; ahora no lo tenía para atenderla desde hacía ya
demasiado tiempo. En su casa, sólo había un frío jergón, y en la mente de Angerb resonaban las palabras de Gendyra, la vidente utsuriana
trashumante que se había detenido hacía un tiempo a orillas de la gran laguna y
se había ganado la confianza de los seis soldados con su dulce voz.
La tristeza flotaba en el otrora
alegre campamento del puente vharanés. Cada uno sumido en sus sombríos
pensamientos, habían dejado de hablar. Ya no había risas ni entrenamientos
durante las interminables e inactivas horas del día. Sólo anhelaban que la
noche llegase para acercarse a la carreta de Gendyra y escuchar unos vaticinios que se habían hecho
indispensables, aunque lo único que de ellos obtenían era infelicidad, desasosiego
y tristeza.
Todos echaban de menos a sus
esposas, a sus hijos, a sus familias… Y en cada uno de ellos, la ponzoñosa voz
de la bruja injertó el odio a unos imaginarios extranjeros que visitarían sus
tierras y acabarían robando cuanto ellos amaban.
Por eso, cuando una tarde se oyó el galopar de varios caballos y tres jóvenes
se acercaron en su montura a la orilla de la laguna, los seis guardianes sólo
pensaron en detenerlos, detenerlos a toda costa para que jamás pudiesen poner en
peligro lo único que tenían… dándoles muerte incluso si resultaba inevitable.
Un bello relato escrito con maestría. Mis más extensas felicitaciones a la autora de tan singular texto.
ResponderEliminarSaludos templarios
Gracias, Richard.
EliminarSeguro que se alegrará de que te haya gustado.
Un saludo
es una historia triste y a la vez hermosa. me ha gustado mucho. ^^
ResponderEliminarMe alegra saberlo, María.
EliminarUn saludo
Sin comentarios, me he quedado muda con la historia de la pluma, me ha encantado. Es original y está muy bien contada. Muy buenas también las dos ilustraciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Débora.
EliminarSiempre es un placer leer tus comentarios.
Un abrazo
Gracias Debora-Libros,en serio,me encantan este tipo de comentarios!! Un abrazo y gracias de nuevo.
ResponderEliminarNo podían ser de otra manera, Rocío. La que es buena, es buena, y tus ilustraciones lo son.
EliminarUn beso
Me gustan los relatos que añaden información a los episodios ocurridos en el libro. Me he imaginado al protagonista cuando sale a interceptar a Harendal, pensando en su prometida y en la historia de la pluma. Un beso
ResponderEliminarGracias, Juana.
EliminarUn beso
Qué precioso y qué bien lo has contado
ResponderEliminarFelicidades!!!
Gracias, Beatriz.
EliminarLa verdad es que la autora ha narrado los acontecimientos con maestría.
Un saludo
Ha estado bien, me perdí por en medio un poco, pero el relato es bueno. Yo hubiera sacado dos historias diferentes, una la de la pluma y otra la de la bruja y los del puente, da para mucho este texto.
ResponderEliminarSaludos y buena semana
La verdad es que es tan bueno que podría escribirse mucho sobre la historia que cuenta esta autora.
EliminarMuchas gracias por dejarte caer por aquí.
Un saludo
Me ha gustado conocer algo mas sobre las costumbres de este reino. Muy buena la historia de la pluma.
ResponderEliminarSaludos desde las tierras altas.
Completamente de acuerdo contigo, Eilean. La historia de la pluma es buenísima.
EliminarUn saludo
Muy bueno!!!!!!!
ResponderEliminarMe alegra saber que os ha gustado.
EliminarUn saludo
es bastante bueno, me ha gustado
ResponderEliminarbsoss
Gracias, Susana.
EliminarUn beso
Hola Miguel.
ResponderEliminarMe gusta la propuesta de dar oportunidad a tus seguidores para que escriban relatos. Puede que hasta yo me anime ^_^
Me ha gustado la historia de esta chica.
Un beso
Pues ya estás tardando, Marga.
EliminarEspero ansioso ese relato; será un placer publicarlo.
Un beso
Ha sido un relato precioso, felicidades a su autora y gracias a ti, Miguel, por compartirlo.
ResponderEliminarUn abrazo !
Gracias a tí, Maribel, por pasarte por aquí.
EliminarUn abrazo.
Una bonita historia!!!
ResponderEliminarSaludos!!
Muchas gracias, Raven.
EliminarUn salduo
Un relato más que me ha enganchado y entretenido. Gracias por seguir permitiéndonos disfrutar con estas maravillosas historias.
ResponderEliminarBesos.
Tere
Gracias a ti, Tere, por continuar pasando por este humilde espacio literario.
EliminarUn beso
Me ha gustado mucho esta entrada. Es muy intensa y engancha. Sigo todas las semanas las historias de mundo conocido.
ResponderEliminarbsos
No sabes lo que me alegra saber que pasas por aquí todas las semanas, Alexia.
EliminarEspero que nunca te canses.
Un beso
no está nada mal.bastante aceptable.saludos.
ResponderEliminarMe alegro que haya sido de tu agrado, Manuel.
EliminarUn saludo
Un relato muy bueno y muy bien escrito
ResponderEliminarMuchos besos ^^
Seguro que la autora agradece mucho tu comentario.
EliminarUn beso
felicidades a la autora porque es un texto muy bueno. me ha encantado el rito de la pluma, que fácil sería que las mujeres eligieramos así a nuestros pretendientes *_*
ResponderEliminarbesitos
Sí, para las mujeres sería fácil, pero para los hombres un sinvivir ;).
EliminarGracias por dejarte caer por aquí, Adela.
Un beso
Muy bueno!!!!
ResponderEliminarGracias, Scooby.
EliminarMe alegra saber que te ha gustado.
Un saludo
Maravilloso este nuevo reino que se presenta, lleno de cosa por descubrir. Se conocerá más sobre el en el segundo libro???
ResponderEliminarTe animo a continuar adelante en la construcción de estas tierras y de los personajes que las habitan.
Un abrazo
Gracias, Damián.
EliminarAún habrá que esperar un poco para conocer más sobre Vharane en los librros.
Un abrazo
Sin duda es una singular forma de buscar compañero. Me gusta como lo manipula hasta salirse con la suya. ¡¡Mujeres al poder!! :)
ResponderEliminar:)
EliminarGracias, Ana, por tu comentario.
Un saludo
Me encanta que des la oportunidad a otros autores de compartir su relato. Enhorabuena a la autora de este, me ha encantado. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias, Mar.
EliminarA ver si te animas a escribir tú uno ;)
Un beso
Un relato bien narrado, que logra transmitir esas emociones que deben sentir los participantes en el rito de la pluma.
ResponderEliminarTe deseo un buen fin de semana.
Un abrazo
Mil gracias por pasarte, Javier.
EliminarUn saludo
Que historia tan emocionante, me encanta! Saludos y enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias, Verónica.
EliminarSeguro que la autora te lo agradsece desde el anonimato.
Un saludo