Nunca se atrevió a cruzar el Orwena. El agua no era su medio,
prefería correr con las cabras por el monte y atravesar junto a las ovejas los
verdes pastos myrthyanos. El río le
atraía como el siseo de las serpientes a sus presas, pero se mantenía alejado.
Temía que le engullera, como había hecho con otros muchos. Nunca aprendió a
nadar y le parecía absurdo que los hombres quisieran dejar la tierra, para la
que estaban realmente preparados.
Cada mañana lo saludaba desde la ventana de su
habitación, como si de un viejo conocido se tratara. Creció junto a él, entre
sus piedras lavaron su ropa y muchos días se alimentaba de los peces que nadaban
entre las aguas.
Pero algo en su interior se turbaba
conforme sus pies se acercaban a la orilla. Un relámpago cruzaba su vientre, un
terremoto se adueñaba de sus brazos y piernas, al tiempo que una fina lluvia
salada perlaba su frente de pequeñas gotas. Las fuerzas de la naturaleza se
aliaban para dominar su cuerpo y dejarle claro que su lugar estaba lejos de
aquel embaucador río.
Pero esta mañana se levantó con una
sensación diferente. Abandonó el jergón y no se dirigió a la ventana como cada
día. No deseaba saludar en la distancia a su compañero, quería hacerlo cara a
cara. Necesitaba demostrarse que era capaz. Estaba harto de escuchar las bromas
de sus amigos tachándolo de cobarde, pero sobre todo le importunaba su propia
insatisfacción. Siempre se vanagloriaba de conseguir todo lo que se proponía,
de ser atrevido, osado y, sobre todo, valiente. Y así era en todo, salvo en lo
que al Orwena se refería.
Pero
eso terminaba hoy. El bravo río no sería nunca más un límite para Radsall. Decidido, dirigió sus pasos
hacia el agua. Lento pero convencido de lo que hacía. Llegó el relámpago, removiendo
su estómago y convirtiéndolo en un volcán a punto de explotar, y lo obvió. El
terremoto provocó que sus piernas temblaran tanto que apenas podía caminar,
pero siguió avanzando hasta que se calmaron. La lluvia de sudor llegó y no se
conformó con su frente, como era habitual, sino que también se adueñó de sus
manos. Las secó en su camisa y continuó.
Había tomado una decisión. Los
lamentos no sirven para nada. Sólo la acción nos libra de las heridas que la
cobardía causa en nuestra alma. Así que allí estaba, en la misma orilla del Orwena, que le recibía con su mayor
virulencia. En las últimas semanas las lluvias habían sido prolíficas y el río
lucía esplendoroso, con su máximo caudal y una corriente que arrastraba troncos
y animales como si de plumas se tratara.
Radsall
se descalzó lentamente. No pensar era la única opción, ya que si permitía que
su mente funcionara, el miedo la conquistaría. De un tirón abandonó sus
calzones y su camisa y se introdujo desnudo en la orilla; con calma. Paso a
paso fue ganando la zona más profunda y sin apenas darse cuenta, se relajó y
disfrutó de la frialdad del agua. El Orwena
lo acogió como una dulce amante transportándolo corriente abajo.
Radsall
se sintió reconfortado y eufórico por haberlo logrado. Después de años de temor
infundado había conseguido vencer al miedo y ganar al río la batalla más
importante de su vida. Ahora tocaba disfrutar y sentir como las aguas lo
envolvían convirtiéndolo en rey de un territorio conquistado…
…No contaba con el remolino que lo arrastró
a las profundidades donde quedó sin respiración. Antes de perder el
conocimiento levantó la vista para ver brillar el sol por encima de la
superficie del Orwena. Luego cerró
los ojos para siempre mientras un último
pensamiento lo acompañaba a la eternidad:
— Ahora ya nadie podrá
decir que soy un cobarde.
Ay pobre hombre. Ha terminado ahogandose en el rio para demostrar su valor. Muy buen relato.
ResponderEliminarUn beso
Feliz navidad
Gracias, Mari Cruz.
EliminarUn beso y feliz Navidad.
Aiiiins, qué ganas le tengo a esta sagaaa, todo el mundo la pinta genial *______*
ResponderEliminarBesos!
Bueno, ya queda menos, Valen.
EliminarUn beso
Creo que podríamos resumir la moraleje de esta historia si decimos que el que la sigue la consigue, aunque sea pagando el precio más alto.
ResponderEliminarComo siempre, he disfrutado mucho leyéndote.
Un abrazo y felices fiestas
No hay mejor moraleja que la que has sacado, Débora.
EliminarUn fuerte abrazo y felices fiestas.
Me gusto bastante esterelato pero el final me dejó un poco fría..
ResponderEliminarBesitos
Bueno, algún final había que darle y no todos pueden ser alegres. ¿O sí? :)
EliminarUn beso
Reconozco que aun no he leido todos los relatos que llevas publicados, por falta de tiempo. Estoy leyendo por ahí tan buenas críticas sobre ti que tengo ganas de poder hacer un hueco ya y leer los que me faltan. A ver cuando podemos ver por fin el libro en las librerías.
ResponderEliminarAbrazos:)
Pues ya va quedando menos, Toni. A ver si en dos o tres meses pudieras tener ya el libro entre tus manos.
EliminarUn abrazo y gracias por seguir por aquí.
Fantastic!!! i,m not sure if i could translate all the text, but it´s really good.
ResponderEliminarGreeting
Thanks, Randy.
EliminarIn the future, if you have any problem with the translation, tell me and I´ll translate the story for you.
Kind regards
Muy bueno, a ver si tengo tiempo de ponerme al día con todos los relatos :)
ResponderEliminarUn saludo!
Muchísimas gracias.
EliminarYa me contarás qué te van pareciendo.
Un saludo
buen relato y bonita fotto :)
ResponderEliminarbesos
Sí, claro, la foto ;)
EliminarGracias, Laura.
Un beso
Me encanta el relato y, especialmente la imagen. Antonio Amboade se supera cada día.
ResponderEliminarUn besote
No sé por qué imaginaba que la fotografía de esta semana daría mucho que hablar entre las seguidoras femeninas ;)
EliminarGracias, Mar.
Un beso
el relato está muy bien y tal, pero hay que ser un poco tonto para vencer al miedo ahogandose ^^
ResponderEliminarAh, ¿pero se ha ahogado? ¿Seguro? ;)
EliminarGracias por pasarte, Valeria.
Me queda la duda de si es un sueño o se ha ahogado de verdad por cumplir un sueño. Muy buena historia
ResponderEliminarUn abrazo!!
Gracias, Juana.
EliminarBueno, es obvio que yo sé la respuesta, pero una de las cosas buenas de la literatura es que el lector saca sus propias conclusiones, y ahí no pienso intervenir.
Un abrazo
de verdad que adoro estos relatos son una obra de arte para mí
ResponderEliminarestoy deseando poder tener y leer los libros
Comentarios como el tuyo, Narciso, hacen que me ruborice y me llene de razones para seguir escribiendo.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo
Joo! me encantó!!! *.*
ResponderEliminarUn beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/
Me alegra mucho saber que te ha gustado, Ana.
EliminarMuchas gracias por pasarte una semana más y comentar.
Un beso
Qué bonita historia!!!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Te deseo unas felices fiestas navideñas.
Besos
Feliz Navidad también para ti.
EliminarGracias por tu comentarios y por seguir una semana más por aquí.
Un beso.
Me ha gustado tu relato, es cierto que el valor es algo que todos llevamos en nuestro interior, pero en ocasiones se queda anclado con tantos problemas que la vida acarrea.
ResponderEliminarUn abrazo
Belén
ULTIMAMENTE APUNTAS A FINALES CON DESENLACES FATALES. SI EL LIBRO ESTÁ ECRITO DE LA MISMA FORMA NO VA A QUEDAR VIVO NI EL PROTAGONISTA PRINCIPAL :) :) :)
ResponderEliminarME GUSTÓ MUCHO
SALUDOS
Y FELIZ NAVIDAD :)
EliminarBueno, no te creas que mato a todo el mundo en el libro... bueno, a decir verdad unas cuantos si se quedan por el camino ;)
EliminarUn saludo y feliz Navidad.
yo mas que valor veo orgullo, que sí nos puede llevar a cometer actos de extrema imprudncia como meternos en un río sin saber nadar. Buen relato, como de costumbre.
ResponderEliminarabrazos navideños
Gracias, Fernando.
EliminarOtro abrazo navideño para ti.
Sentarme con el portatil y conectar con tu blog es de mis mejores momentos de lecturas :) disfrutomucho :P Le tengo muuuuchas ganas a tu saga ^^
ResponderEliminarUn beso!
Agradezco mucho tus palabras, Susana.
EliminarEspero que, llegado el momento, los libros no te defrauden.
Un beso.
un relato de esos que te hace pensar sobre la estupidez humana y los peligros de la autosuperación personal.
ResponderEliminarfeliz navidad!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me alegro que te haya gustado, Melisa.
EliminarFeliz Navidad.
Ya queda poco!!!! Si, ya queda poco!!!! Esta noche llega Papa Noel jejejeje, bueno que yo no hice la carta, confío en mandar mis propios regalos, así que te quería mandar algo super especial para esta Navidad, pero me he encontrado con un problema ¿Cómo envuelvo un abrazo y un beso?
ResponderEliminarLo he solucionado con un comentario jejejeje, así que Felices fiestas!!!!!!
Y no te olvides pasar por mi blog a por el regalito navideño, mi libro gratis.
Un besazo.
Gracias por pasarte y comentar, Tamara.
EliminarUn beso y feliz Navidad.
Hola!
ResponderEliminarMe ha encantado este relato, está genial. :D
Besos y feliz navidad!
Agradezco mucho tus palabras, Sara.
EliminarUn beso y felices fiestas.
Es tan complicado todo, mucho más de lo que en un primer golpe de vista pueda parecernos y la vida nos pone a prueba continuamente.Por cierto, ya que nadie lo ha dicho lo diré yo. Bonito culo :)
ResponderEliminarbsitos
Totalmente de acuerdo contigo, sobre todo en lo del culo ^^
EliminarEjem, ejem. Señoras, un poco de discreción... Bueno, o no, que para eso está ahí la foto, para lucimiento del modelo y deleite del público femenino ;)
EliminarEs una historia de superación y sacrificio. Me ha gustado mucho, incluso el hecho de que haya muerto le da más intensidad al texto.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Irene.
EliminarMe alegra saber que te ha gustado.
Un saludo
Hola Miguel,, quería pasar por tu blog para felicitarte por estas fiestas.
ResponderEliminarMe gusta tu relato de superación, seguro que voló la cobardía. Felicidades por el relato. Un abrazo. Feliz 2014.
Lola Barea.
Muchas gracias por pasarte, Lola.
EliminarMe alegra saber que te ha gustado el relato.
Un abrazo y feliz entrada de año.
Boa noite,
ResponderEliminarVotos de um bom ano novo repleto de felicidade.
ag
Muchas gracias por pasarte por mi blog.
EliminarFeliz entrada de año.
Un saludo
Valiente, decidido, convencido y un poco tonto. Obviamente ya nadie se reirá de el :] Buena manera de hacernos ver que a veces tenemos que pensar antes de actuar.
ResponderEliminarsaludos
Salva
Ya lo has dicho tú todo, Salva.
EliminarUn abrazo y gracias por seguir por aquí.
Que bueno!!!!!!
ResponderEliminarsaludos y felices fiestas
Muchas gracias, Javier.
EliminarUn saludo y felices fiestas.
Espero que para el año que viene nos sigas deleitando con estos relatos tan magníficos. Un Besote
ResponderEliminarNo lo dudes, Elena. El año que viene seguiremos teniendo los relatos en este blog y además el libro en la calle.
EliminarUn beso
Sigues sorprendiendome con los finales de tus historias. No pierdas esa capacidad porque para mi gusto es lo que te hace diferente al resto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!!!!!!!
Prometo continuar en esa linea de finales inesperados, Ana, si tu me aseguras que seguirás queriendo leerlos.
EliminarUn abrazo
¡Feliz Año Nuevo!¡
ResponderEliminarFelices Fiestas!
Te deseo toda la felicidad que este día pueda traer.
Muchas gracias por tus buenos deseos.
EliminarYo también quiero desearte unas felices fiestas y un próspero año 2014.
Un fuerte abrazo
Buen cuento pero el final no me gusto mucho xD. Aun asi esta muy buena la historia creada por ti.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Herbert.
EliminarMe alegra verte por aquí.
Un saludo