Viajeros de Mundo Conocido


Este blog pretende poner al seguidor de El Heredero de los Seis Reinos en contacto con los personajes, territorios, historias y tramas que envuelven esta saga de fantasía. Con una periodicidad semanal se subirán relatos y leyendas que tendrán como protagonistas a personajes y hechos que irán apareciendo en las novelas de forma secundaria. Sin duda, el blog Historias de los Seis Reinos será siempre un punto de referencia al que acudir.

domingo, 10 de agosto de 2014

Relato nº 73 El regreso



Relato realizado por Laura Gaspar Rodríguez, escritora y seguidora de la saga El heredero de los Seis Reinos.




Mi vista atisbó tierra por fin. La alegría y la esperanza, desterradas cuando me aventuré a ir más allá de nuestro mundo en busca de otros territorios, volvió sacudiéndome como el terremoto que agita las más altas montañas.
    Alcé a mi hijo hacia el cielo para que viera a lo lejos el reino que me vio crecer.
    — Mira, Nataȵæl —le dije mientras atravesábamos las islas de Zirwania, — aquellos acantilados que sobresalen por encima de la niebla pertenecen a Myrthya, nuestro hogar.
    Me aseguré de no adentrarnos demasiado en las islas zirwanesas para no toparme con sirenas. La madre de mi hijo fue una de ellas. Me conquistó con sus cánticos durante mi estancia en el reino de las mil islas. Nunca supe su verdadero nombre, pues resultaba imposible pronunciarlo para un humano.
    Dejamos atrás Zirwania hasta llegar a la desembocadura del río Darbinela, donde atracamos la maltrecha embarcación. Al tocar tierra y sentir la calidez de Myrthya, mi pequeño Nataȵæl cambio su preciada cola por unas pequeñas y rechonchas piernas humanas. Anduvimos de un lado a otro de la ribera hasta que consiguió dar sus primeros pasos, luego caminamos sin prisa hacia adentrarnos en las fértiles tierras del reino del arco iris.
    A pesar de que habían transcurrido unos cuarenta años desde mi marcha, recordaba perfectamente el sendero que me llevaría a casa. Al llegar, y antes de llamar y presentarme como el aventurero que vuelve con un hijo fruto de una relación con una sirena, me hice a la idea de que había pasado mucho tiempo. Mis padres ya habrían muerto y mis hermanos y hermanas estarían adornados por el paso del tiempo.
    Cogí a mi pequeño en brazos protegiéndolo de las miradas de los demás. Sus ojos violetas delataban su origen, además de unas pequeñas y finas branquias a ambos lados de su diminuto cuello. Tímidamente llamé a la ajada puerta. Escuché unos pausados pasos al otro lado que se acercaban y lentamente se abrió.
    — ¿Quién eres? —dijo el más pequeño de mis hermanos con una cansada voz y achinando los ojos. Su rostro apenas podía contener las cientos de arrugas que lo ornaban.
     — Soy yo, Ferlanday —respondí con una gran sonrisa.
            Me miró como quien mira a un extraño.
   — Mi hermano está muerto. ¡Largo de aquí, chalado! —me dijo empujándome hacia fuera enérgicamente.
    Nataȵæl comenzó a llorar fuertemente cuando escuchó el portazo.
     — ¡Nariz de druzgo! —grité frente a la puerta cerrada.
    Quizás así me recordara. De pequeño lo llamaba así cuando discutíamos. 
    Un ruido como el que hace una vieja puerta cuando se atasca y la fuerzaspara abrirse resonó al otro lado del dintel. Al abrirse, vi aparecer aquella nariz de druzgo por el resquicio.
     — ¿Ferlanday? ¿Eres tú? —preguntó mientras tocaba mi cara. — Pero, ¿cómo es posible? ¡No has envejecido!
     — Es una larga historia, hermano mío —respondí mientras le mostraba a mi hijo. — Se llama Nataȵæl y es tu sobrino.
       — ¿Y su madre? —inquirió.
       — La madre era una bella sirena de Zirwania.
    — Todas las sirenas son hermosas —me contestó sonriendo mientras me llenaba un vaso con vino. — ¿Qué le pasó? —preguntó curioso.
        — Murió.
        — Lamento oírlo.
    Estuvimos hablando hasta bien entrada la noche. Le conté a grandes rasgos los principales acontecimientos que viví durante mis años de ausencia. Mi mente estalló en multitud de recuerdos. Mi hermano escuchaba absorto las historias que le contaba, como cuando llegué después de jornadas de navegación a una isla vacía de tierra negra. No había más vegetación que la de un bosquecillo muerto cubierto de ceniza que servía más de muralla que de hábitat. Olía excesivamente a azufre y a podredumbre. Rodeé la orilla aguantando la respiración y me fui adentrando en el islote buscando alguna forma de vida. Pronto aparecieron los primeros cadáveres, algunos amontonados, sin duda de las tripulaciones que habían salido de sus cómodas ciudades a descubrir que había más allá de Mundo Conocido. Distinguí en los escudos de sus vestimentas los emblemas de los distintos reinos, todos ambicionamos más de lo que tenemos…
    Me acerqué al corazón de la isla donde crecía un gran volcán, su lava ahora petrificada, adornaba las montañas colindantes. Sentí escalofríos al ver intacta una cabaña en medio de tanta desolación. Pensé en huir de allí, pero, como salido de la nada, un anciano de larga barba gris apareció a mi lado. Su piel era casi tan blanca como la leche, estaba esquelético.



    Amigablemente me invitó a entrar en su morada. Tras su apariencia senil parecía esconderse un espíritu fuerte. Puso en mi mano un vaso con una extraña bebida de color marrón y sin olor. Una voz en mi interior me decía que no bebiera aquella pócima, así que, simulando torpeza, derrame la bebida en sus ropas, que comenzaron a arder al contacto con el líquido. Justo al mismo tiempo, el volcán se estremeció por dentro.
    El anciano me miró fijamente, nublando sus ojos cenizas hasta ennegrecerse.
       — ¿Quieres vivir? —me dijo. — Pues corre todo lo rápido que tus piernas te lleven y abandona la isla. No sé durante cuánto tiempo podré controlar al volcán.
    La cara amable del mago desapareció dejándome ver su faz más cruda y horrenda. Salí de la casa con la rapidez con la que los halcones caen sobre sus presas y me dirigí hacia la playa. No deseaba permanecer ni un instante más en aquella isla.
    Una vez de nuevo en el mar, dudé si volver a Myrthya, pero quería más, quería nuevos desafíos, nuevas aventuras, así que continué viaje fijando la vista en el sendero que trazaba mi destino.
    Mi hermano seguía embelesado. Sostenía su arrugado rostro entre sus manos y en sus ojos se adivinaba la envidia de quien no ha vivido ninguna aventura en su existencia.
    Aquella historia de la isla era sólo la primera de las muchas que quedaban por contar.


Laura Gaspar Rodríguez

43 comentarios:

  1. No está mal, un poco denso y entrecruzado pero es original.
    Mis felcitaciones para la autora.

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  2. Buenas noches Miguel,
    una gran iniciativa esta de permitir que seguidores de la saga publiquen sus relatos en el blog y así, de paso, como en el caso de esta chica que he podido ver en Google está empezando a coquetear con la escritura, se dan a conocer.
    Quizás yo tabién me decida a mandarte un relato. ¿Puedo? ;)
    Un abrazo

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    1. Estaré impaciente a la espera de que me llegue ese relato.
      Será un placer publicártelo, Débora.
      Un abrazo

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  3. guauuu, esto empieza a ponerse interesante a tope.
    cada día disfruto más en este blog con tus historias, bueno o con las de otros ;)
    salu2

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  4. Me gusta que compartas tu blog con otros. Es muy generoso por tu parte. La historia me ha gustado, aunque le faltaba un poco de agilidad. Enhorabuena, Laura!
    Besos

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    1. Gracias por pasarte, Mar.
      Un beso

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    2. Gracias Mar, siendo de una historia que yo no creado... normal que no sea tan ágil. Buenos días! http://novela-cero.blogspot.com.

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  5. Muchas graaaacias! :D Sólo decir que todo el que quiera puede participar en mi proyecto Novela Cero http://novela-cero.blogspot.com, en el subo mi libro publicado "Muerte, (Profecía de Sangre I ) " capítulo a capítulo. Dejo que los lectores decidan sobre el libro, porque... Siempre hay alguna parte de los libros en que uno dice... "esto no me gusta" las próximas noticias sobre este proyecto y mis muchos escritos, ( esta es la segunda saga que escribo) podéis seguir http://facebook.com/NovelaCero y por la comunidad de google https://plus.google.com/u/0/communities/101245577847850207622.

    ¡Buenos días!

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    1. Gracias a ti, Laura, por animarte a escribir este relato.
      Un beso

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  6. ¡Hola!
    Madre mía, me encanta como escribes!
    Seguiré leyéndote!!
    ¡Saludos desde Memorias sin título!

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    1. Gracias por pasarte y dejar tu comentario.
      Un saludo

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    2. Gracias Memorias sin Título ! en http://novela-cero.blogspot.com tengo mi primer libro publicado, además de ser un buen proyecto. Buenos días!

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  7. Se nota que no es tuyo ;)
    Es una buena historia aunque tengo la sensación de que se ha quedado a medias. Saludos y suerte a la autora en su carrera.

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  8. Ha sido una experiencia grata leer este relato. La historia está bien trabajada y eso es de agradecer,
    Me gusta esta idea de dar oportunidad a otras personas para que publiquen relatos.
    Un beso

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    1. Gracias, María.
      Me alegra saber que te gusta la iniciativa.
      Un beso

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  9. Preciosa historia amiga Laura. Besos

    Luís

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  10. inquietante la historia de la isla-volcán.
    saludos

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  11. ¡Gran texto! El tono de todo el relato encierra una melancolía cruzada entre el que quiere volver y el que añora marcharse. Suopongo que es un reflejo de lo que nos pasa a la mayoría, que no nos conformamos con lo que tenemos. Un saludo y buena semana.

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  12. Es muy original y entretenido.

    Besotes!!

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  13. Interesante esta propuesta nueva que haces, mi querdio escribiente. Es una buena manera de dar a conocer nuevas plumas.
    Buen relato el de esta chica.
    Saludos templarios.

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  14. Me gusta como está escrita. Te introduce en el lugar, como si estuvieras viéndolo y con la foto la percepción es mayor ;D

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  15. una isla con vida propia, un volcán, un naúfrago... me suena a la serie de Lost :) :) :)

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    1. Quien sabe, Joaquín, a lo mejor el señor John Locke estaba por allí ;)
      Un saludo

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  16. Muy buena entrada. Cada relato que se publica es una manera mas de ir conociendo tu mundo, aunque sea escrito por otras personas. Besos enormes

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  17. Tiene momentos de tensión. Está bien.
    Un beso y felicidades por esta idea de publicar otros relatos, creo que es muy buena.

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  18. Excelente relato, el escenario y la ambientación me traen recuerdos de las historias de naúfragos e islas desiertas. Enhorabuena

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    1. Gracias, Amelia.
      Todo el mérito es de Laura.
      Un saludo.

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