Viajeros de Mundo Conocido


Este blog pretende poner al seguidor de El Heredero de los Seis Reinos en contacto con los personajes, territorios, historias y tramas que envuelven esta saga de fantasía. Con una periodicidad semanal se subirán relatos y leyendas que tendrán como protagonistas a personajes y hechos que irán apareciendo en las novelas de forma secundaria. Sin duda, el blog Historias de los Seis Reinos será siempre un punto de referencia al que acudir.

domingo, 20 de julio de 2014

Relato nº 70 Un salto al vacío



La comitiva real salió de Barkilea a primera hora de la mañana. Al rey le gustaba madrugar y era frecuente verlo marchar al frente de las expediciones con ese espíritu jovial y aventurero que lo caracterizaba. Había partido del castillo de Lundilia tres días atrás con la intención de visitar el norte del reino. Llevaba un ciclo completo sin dejarse ver por las costas bañadas por el Mar de Sylvilia; demasiado tiempo para un monarca al que le gustaba presumir de la cercanía que mostraba hacia sus vasallos.
            Afgruín era un soberano diferente. Si algo caracterizaba a los reyes de Sylvilia era su carácter despótico y tiránico hacia el pueblo. El reino del viento se regía por unas leyes que dotaban al rey de poder absoluto para hacer y deshacer a su antojo. No debía responder de sus acciones ante nadie y jamás un sylviliano había osado contradecir una disposición real por miedo al castigo que dicha acción supondría. Pero a Afgruín le gustaba conocer los problemas de sus súbditos e intentar buscarles solución. Siempre decía a los que lo rodeaban que de nada servía el poder sin respeto. Si un gobernante, decía, era capaz de conseguir que sus vasallos le obedecieran por el respeto que sentían hacia su persona, más que por el miedo al castigo y a la muerte, tendría allanado la mitad del camino hacia un reinado próspero y sin incidentes.
            Quizás por obrar de esta manera, en Barkilea lo recibieron como si de un héroe se tratara. Los habitantes de la villa engalanaron las calles con flores y guirnaldas, que el viento se encargó de destrozar en varias ocasiones. Todos los aldeanos salieron a las calles para vitorear al cortejo real. A mediodía, en la plaza central, Afgruín realizó una audiencia pública que nadie quiso perderse. Uno a uno, todos los barkilanos desfilaron frente al monarca para narrarle sus intranquilidades, para contarle sus problemas, o, simplemente, para desearle una larga y próspera vida.
            En la noche, el banquete, que una vez más no pudo celebrarse a la intemperie por culpa del viento, congregó a decenas de sylvilianos que rieron y disfrutaron con la compañía del rey, que se comportaba como uno más de ellos. Incluso algunos habitantes de Barkilea, sabedores de que al rey le gustaba madrugar a la hora de emprender viaje, no durmieron para verlo salir del pueblo y poder brindarle una última sonrisa y despedirlo hasta su siguiente visita.
            La comitiva real abandonó la aldea acompasada por el cántico de los gallos anunciando la llegada del alba. El trote de los caballos era ligero. Afgruín quería llegar a su siguiente destino, Vienlia, antes de que anocheciera. Todo transcurrió con normalidad hasta que llegaron al Ojo de Ilyumán. Al arribar a aquel pozo sin fondo, el séquito detuvo su marcha y todos desmontaron para cruzar por uno de sus bordes. El espacio era tan reducido que los jinetes debían vendar los ojos de sus caballos para que no sintieran vértigo al aproximarse al abismo. 



El rey marchaba el primero y sin motivo aparente mandó a todos detenerse y guardar silencio. Afgruín soltó las riendas de su corcel y se arrimó al filo del precipicio.
— Majestad, estáis muy cerca, tened cuidado — advirtió uno de los sirvientes del monarca.
Pero el rey ni si quiera lo miró. Permanecía con la vista clavada en la oscuridad  
Y entonces ocurrió.
Afgruín giró la cabeza hacia su comitiva, que contemplaban tensos la figura del monarca al borde del Ojo. Les brindó una tenue sonrisa y después volvió a centrar su mirada en las profundidades. Inspiró con fuerza y, justo antes de saltar al vacío, dijo con un tono de voz apenas perceptible:
— Ya voy.



Episodio correspondiente a la cronología de Sylvilia y que tuvo lugar en el año 413 del Segundo Comienzo.

50 comentarios:

  1. Muy bueno!!!!!
    Muy muy muy bueno!!!!!
    Muy muy muy muy muy bueno!!!!!
    Mis mas sincera enhorabuena por un relato perfecto.
    Saludos templarios

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    1. Gracias Richard.
      Creo no equivocarme al presuponer que te ha gustado ;)
      Un saludo

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  2. Andá, se te ha olvidado poner como termina ^-^ Me ha gustado mucho como describes la figura del rey haciendo que me familiarice con ella hasta el punto de que he gritado cuando ha saltado ^-^ Un besote

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    1. Muchas gracias Alexia.
      Me alegra saber que te ha gustado.
      Un beso

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  3. real como la vida misma.
    yo creo que la presión pudo con el porque estaba harto y quiso acabar con su rutina de una manera rápida.

    saludos

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    1. Es una forma de verlo, Fernando.
      Gracias por pasarte.
      Un saludo

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  4. Breve pero impactante.

    Me ha impresionado este escrito, sobre todo su profundidad y belleza.

    Estaré espectante a la próxima entrada.

    Ánimos y adelante.

    Besos.
    Melisa

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    1. Gracias Melisa.
      Siempre es un placer verte por aquí.
      Un beso

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  5. Me encanta...... otra historia en la que surmergirse y soñar que formas parte de mundo conocido

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    1. Esa es la idea principal de estos relatos, Susana.
      Un saludo

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  6. Hola!!
    Como siempre, una buena historia, pero esta vez la idea de no saber que le ha llevado a tirarse por el agujero me perturba...:)
    Abrazos!!!

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    1. ¡Ahí va! Se me olvidó poner el final ;)
      Gracias por pasarte una semana más.
      Un abrazo

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  7. ¡¡que hay al final del agujero!! ¡¡quien lo llama!! ¡¡por que tienes que dejar siempre tantas incognitas abiertas!! XD

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    1. Porque de lo contrario no sería yo, Verónica :)
      Un saludo

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  8. Fabuloso!!!! Espero que haya continuación porque no lo puedes dejar así ;-)
    Un saludo

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    1. Bueno, es un episodio cornológico, aunque quién sabe, queizás en el futuro...
      Gracias Gabi.
      Un saludo

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  9. Me gusta este relato. En realidad me gusta tu blog tal y como lo escriibes.
    Respecto a esta historia, leyéndola me viene a la mente una frase de Kafka que dice:
    - No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas y esto significa que vives.

    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Débora.
      Bueno, la frase se Kafka podría valer si contemplamos la posibiidad de que el rey saltara para acabar con su vida, pero, ¿y si no hubiese sido así?...
      Un abrazo

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  10. GUAU!! Me encanta !!
    Aunque hubiera preferido saber que o quien lo llama.
    A parte de eso me parece buenísimo en serio.
    Salu2

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  11. ohhhhhhhhhhhhh, ¿pero por qué salta? ¡no me puedes dejar con la incognita! ^^ besitos

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    1. Me temo que sí puedo, Noe. De hecho acabo de hacerlo ;)
      Un beso

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  12. Fantástico!!!!!!!!
    Felicidades por un relato maravilloso!!!!
    Saludos

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  13. y así llegó el salto en caída libre a mundoconocido :-P

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    1. jejeje, es una interpretación válida, Salva.
      Un saludo

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  14. La brevedad del relato lo hace más intenso y completo. Me das la información suficiente para meterme en la historia y después permites que mi imaginación ponga un final. Sencillamente excelente.
    Un beso
    Martina

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    1. Como excelentes son siempre tus comentarios, Martina.
      Un beso

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  15. Qué lo llevaría a saltar? Por qué lanzarse al vacío y morir teniéndolo todo? O quizás no ha muerto? *;*
    Gracias por hacerme disfrutar de tus relatos una vez más.

    Besosssss!!!!

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    1. Gracias a ti, Teresa, por acompañarme de nuevo.
      Un beso

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  16. Muy bien escrito, aunque la cordura del rey no lo esté.

    Besicos, Miguel. Te sigo en todoa tus logros y los disfruto como si fueran míos.

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  17. Hola Miguel.
    Te felicito de nuevo por este gran relato.
    Un abrazo

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    1. Gracias Raven.
      Me alegra mucho verte por aquí.
      Un abrazo

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  18. Me gustó mucho y estoy deseando saber más sobre este suceso.

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  19. Muy bello relato Miguel, me atrevo a decir que a veces es necesario sentarse al borde del abismo para darnos cuenta de muchas cosas, aunque no es necesario saltar dentro del mismo.
    Besos.

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  20. Me ha gustado el relato, aunque no es de mis preferidos. Me encanta tu forma de expresar sentimientos y emociones porque me haces partícipe.
    Un besote.

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    1. Muchas gracias, Mar.
      Me alegro de que te haya gustado.
      Un beso

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  21. Me ha gustado mucho cómo está escrita la historia, ¡enhorabuena! :)

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  22. y donde puedo encontrar los siguientes capítulos???????? porque esto no lo puedes dejar así!!!!!!! ^^

    besotes!!!

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    1. Me temo que sí, Joanna ;)
      Un beso y gracias por pasarte

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  23. La verdad es que me gusta mucho como defines, escribes además de una manera muy amena y las definiciones (el texto en general) son perfectas.

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    1. Vaya, muy agradecido por tus palabras, Joaquín.
      Un saludo

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  24. No haces más que intrigarnos.
    Muchos besos y hasta el relato siguiente :)

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  25. Hola Miguel!

    Es un relato impresionante
    ¡Me ha encantado! :D

    Un besote!!

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    1. Muchas gracias, Sara.
      Me alegra saber que te ha gustado.
      Un beso

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