Arlyanda no soportaba a
los humanos. Eran seres indolentes, sumisos y débiles que se dejaban llevar por
sus emociones. Nunca habían sido capaces de desarrollar de forma inteligente sus
habilidades mágicas, ni siquiera eran conscientes de que las poseían. Se creían
superiores e invencibles al resto de especies.
Arlyanda detectaba a los humanos a mucha distancia. Aunque intentaran ocultarlo con sus friegas de jabón, su nauseabundo olor los delataba. Esa mezcla de sudor, perfumes y feromonas que los rodeaban era insoportable. El tufo del miedo era el peor de todos y el más frecuente cuando se topaba con uno de ellos.
Arlyanda detectaba a los humanos a mucha distancia. Aunque intentaran ocultarlo con sus friegas de jabón, su nauseabundo olor los delataba. Esa mezcla de sudor, perfumes y feromonas que los rodeaban era insoportable. El tufo del miedo era el peor de todos y el más frecuente cuando se topaba con uno de ellos.
Arlyanda
los evitaba siempre que podía. Vivía en lo alto de los Montes Sima, donde elaboraba nuevas pócimas, experimentaba
con los animales y desarrollaba sus facultades con trabajo diario. Era una de
las pocas brujas trashumantes que quedaban en Mundo Conocido, quizás porque en pocas ocasiones había explotado su
mayor habilidad, la de transformarse en quien deseara. Prefería ser ella misma.
Se gustaba.
Su rostro de duras facciones estaba
enmarcado por una escasa pelambrera que ocupaba el espacio de lo que debiera
ser una tupida melena. La quería así porque no le molestaba. Sus ojos eran
redondos y sobresalían como los de las ranas, lo que le otorgaba un campo de
visión mayor al habitual. Su dentadura dejó de serlo tiempo atrás ya que sus
dientes la abandonaron poco a poco conforme ella se acostumbraba al sabor de
las hierbas, que prefería al de la carne. Su piel había adquirido con el tiempo
un color cetrino que le resultaba hermoso ya que le recordaba al de las velas
que su madre encendía cuando invocaba a los malos espíritus.
Aquella mañana se había levantado
alterada porque el sol lucía especialmente cálido. Odiaba la luz y todo lo que
ella conllevaba. Le gustaban la lluvia y el frío, que le otorgaban la soledad
que tanto amaba. Un olor incierto invadió su nariz en cuanto abandonó la choza.
Era un aroma arrogante que se elevaba por encima del resto de olores de la
naturaleza. Sin duda se trataba de un macho humano. No tenía miedo, se dirigía
a su cabaña cargado de dudas inciertas, las intuía a muchos pies de distancia.
Se preparó para lo peor. Si un humano asustado era odioso, uno altanero
despertaba sus peores instintos.
Le salió al encuentro porque quería
mantener a aquel ser lejos de sus dominios, no quería que lo infectara todo con
su fetidez. El hombre no se amilanó al verla, al contrario, se enderezó y
aceleró el paso para salirle al encuentro.
— Llevo muchas jornadas buscándote,
mi rey reclama tu presencia —afirmó con viva voz.
Arlyanda
lo miró de arriba abajo con desdén. Era el primer humano que mantenía el
tipo frente a ella y, aunque no quisiera reconocerlo, eso la atraía. No le
gustaba tanto el tono imperativo que utilizaba al hablarle.
— No entiendo de monarcas ni acato
las leyes de los hombres. Me importa poco lo que tu rey reclame, así que
vete por dónde has venido si en algo aprecias tu vida. No te daré nuevas
oportunidades —dijo, sorprendiéndose a sí misma por su benevolencia.
— Mi señor cree que cuando escuches
su oferta no podrás rechazarla. Quiere que destruyas a mucha gente y que
impongas el reinado de la locura, la violencia y el odio.
— Tu rey no aprecia mucho a los de su especie. Mucho tiempo atrás, antes de que ni siquiera los hombres pisarais esta tierra, las trashumantes dominábamos Mundo Conocido, pero la naturaleza se volvió en nuestra contra. Tempestades, ciclones, tsunamis, volcanes y terremotos acabaron con nuestras hermanas. Solo tres de nosotras logramos sobrevivir ocultas en inhóspitos lugares. Aprendimos la lección. Desde entonces nos hemos ido fortaleciendo, preparándonos para la gran batalla que un día libraremos contra esta tierra. Pero no será cuando tu soberano ordene, sino cuando nosotras lo decidamos.
— Tu rey no aprecia mucho a los de su especie. Mucho tiempo atrás, antes de que ni siquiera los hombres pisarais esta tierra, las trashumantes dominábamos Mundo Conocido, pero la naturaleza se volvió en nuestra contra. Tempestades, ciclones, tsunamis, volcanes y terremotos acabaron con nuestras hermanas. Solo tres de nosotras logramos sobrevivir ocultas en inhóspitos lugares. Aprendimos la lección. Desde entonces nos hemos ido fortaleciendo, preparándonos para la gran batalla que un día libraremos contra esta tierra. Pero no será cuando tu soberano ordene, sino cuando nosotras lo decidamos.
— Ya no sois tres, sino dos. Unos
humanos han matado a una de tus hermanas.
Arlyanda enfureció ante aquella afirmación. Sintió que por fin se justificaba el vacío que anidaba en su alma desde días atrás. Su rostro se tornó dorado y su cuerpo comenzó a arder. Sin que el hombre tuviera tiempo de reaccionar, le lanzó una bola de fuego que lo incineró. Inmediatamente después acabó con el bosque que la rodeaba y que había sido su hogar durante muchos ciclos. Animales y especies vegetales sucumbieron ante su furia. El odio que anidaba en su alma brotó en forma de viento huracanado de su boca. El saber que había acumulado durante tanto tiempo de investigación daba sus frutos, pero lo hacía de forma descontrolada.
Arlyanda enfureció ante aquella afirmación. Sintió que por fin se justificaba el vacío que anidaba en su alma desde días atrás. Su rostro se tornó dorado y su cuerpo comenzó a arder. Sin que el hombre tuviera tiempo de reaccionar, le lanzó una bola de fuego que lo incineró. Inmediatamente después acabó con el bosque que la rodeaba y que había sido su hogar durante muchos ciclos. Animales y especies vegetales sucumbieron ante su furia. El odio que anidaba en su alma brotó en forma de viento huracanado de su boca. El saber que había acumulado durante tanto tiempo de investigación daba sus frutos, pero lo hacía de forma descontrolada.
Era incapaz de poner orden en su
mente y mucho menos en sus pensamientos. Arrasó cada aldea que atravesaba sin
dar a los humanos opción a defenderse y se dirigió a Myrthya, allí se hallaba el rey que la había hecho llamar
desbocando una furia que jamás había imaginado.
Muy bueno. Hacía tiempo que no subías uno que me enganchara de verdad, sin desmerecer los demás. Supongo que sabremos más de esta bruja en alguno de los libros de la saga.
ResponderEliminarSaludos templarios
Me alegro de que te haya gustado, Richard.
EliminarSí, volveremos a saber de Arlyanda. En el primer libro asisitiremos a la muerte de su hermana, que desata su ira incontrolada.
Un saludo
Ayyyyyy, que miedo me ha dado la bruja. Tiene pinta de mala mala mala ^_^
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato
Un beso
Un poquito mala sí que es, Laura ;)
EliminarUn beso y gracias por pasarte.
Genial, como de costumbre. Me has puesto los pelos de punta imaginándome a la bruja en la soledad de su habitat.
ResponderEliminarBesos y que tengas un buen inicio de semana:)
Muchas gracias, Amelia.
EliminarMe alegra saber que te ha gustado.
Un beso
Buenos días Miguel.
ResponderEliminarMe paso un momento para decirte que me ha encantado la historia que acabo de leer y que la foto realmente asusta :}
Besoso y abrazos por mil!!!
Gracias, Elena.
EliminarSí, estoy de acuerdo contigo, la foto da miedo.
Un beso
una historia cargada de suspense e intriga.me encantará saber mas de esta "buena señora"
ResponderEliminarsaludos
No te quepa la menor duda de que sabrás de ella y de sus dos hermanas. En el primero de los libros ya podrás conocer un poco más de las brujas trashumantes.
Eliminar¡¡¡¡Un gran relato Miguel!!!!!
ResponderEliminarUn saludo
Muchísimas gracias, Fernando.
EliminarUn saludo
Hola Miguel!!
ResponderEliminarFelicidades por el relato. Me queda una duda. ¿Saldrá el personaje de esta bruja en el primer libro? Me parece una individua de lo más interesante.
Un abrazo
Gracias, Raven.
EliminarSí, en el primer libro las brujas trashumantes tendrán un papel importante. Comprenderás que no pueda revelarte más ;)
Un abrazo
A ver, bruja, bruja, bruja. Por que todos tienen que llamar bruja a una mujer con poderes?????? Si fuera un hombre se le llamaría mago, pero como es una mujer tiene que ser una bruja, y además ya todo el mundo da por sentado que es mala solo porque enfurece porque han matado a una de sus hermanas.
ResponderEliminarVaya con los prejuicios.
SALUDOS!!!!
Tienes mucha razón en lo referente a los prejuicios, aunque en este caso, mucho me temo que son infundados, ya que es bruja, y mala :)
EliminarGracias por pasarte.
Un saludo
Excelente relato.
ResponderEliminarGracias or compartirlo y darme la oportunidad de leerlo.
Un beso ^^
Gracias a ti por querer leerlo, Mariam.
EliminarUn beso
Impresionante una vez más,Besos Miki
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Maribel.
EliminarUn beso
¡Grandioso! me ha encantado el personaje de Arlyanda...
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Me alegra mucho saber que te ha gustado, Hammer.
EliminarUn abrazo
Este es de los muy buenos.
ResponderEliminarQue ganas tengo de poder leer ya el primero de tus libros. :)
Besos
Ya queda poco... Muy poco.
EliminarUn beso
me ha encantado, aunque la verdad es que las brujas, porque es una bruja, nunca han sido mis seres preferidos ^.^
ResponderEliminarSí, es una bruja, Alexia ;)
EliminarGracias por pasarte y comentar.
Un saludo
VAYA IMAGINACIÓN!!!
ResponderEliminarDE DONDE SACAS ESOS NOMBRES???? XD
SIEMPRE ES UN PLACER LEER TUS HISTORIAS
ABRAZOS!!!!
El placer es mío por tenerte por aquí leyéndolas, Joaquín.
EliminarEn cuanto a los nombres, son fruto de varios meses de investigación y creación. Quería que fueran inéditos y no te puedes imaginar lo complicado que es a día de hoy conseguir ese propósito.
Un abrazo
Me ha gustado muchisimo!!besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Eva.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Un abrazo
Al final, como siempre en la vida, acaba pagando el mensajero ;)
ResponderEliminarUna historia fabulosa
Un abrazo
Excelente razonamiento, Débora. No había pensado en ello :)
EliminarUn abrazo
Muy bueno. Me ha llamado mucho la atención el título y la foto ^^
ResponderEliminarTengo muchas ganas de que salga tu libro :P
Un besin! ;)
Gracias, Marga.
EliminarMe alegra que todo te haya gustado.
Un beso
Leído con el agrado de siempre. Besos.
Y yo complacido de que te haya gustado, Eilean.
EliminarUn beso
Cuantos mas relatos leo tuyos mas ganas tengo de echarme encima el primero de tus libros. Una espera eternaaaaaaaaa.
ResponderEliminarUn saludo
Aguanta, Javier, que ya queda poco. Se ve el final del tunel muy próximo.
EliminarUn saudo
como siempre todo queda en el aire.
ResponderEliminarMuy buena la historia
Como siempre, Gabi. ;)
EliminarGracias por tus palabras.
Un saludo
Una historia muy linda que refleja el coraje y fuerza de una mujer a la vez oscura y tenebrosa.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Lucinda.
EliminarMe alegra mucho saber que te ha gustado.
Un saludo
Es un relato fantástico! Es increíble como en tan pocas lineas puedes transmitir tanto.
ResponderEliminarEl final me dejó con los pelos de punta.
Un beso!
Muchas gracias, Mari Cruz.
EliminarMe alegra saber que te ha gustado.
Un beso
Da gusto leerte y sentir como tus relatos te atrapan y te empapan de misterio, sensibilidad y oscuridad * . *
ResponderEliminar¡Gracias por compartirlos!
Gracias a ti por leerlos, Ana.
EliminarUn saludo
Qué bueno!!! Me ha gustado mucho la entrada, miguel :)
ResponderEliminarBesosss!!!!
Gracias, Luisa.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Un beso
Vaya, no me esperaba el desenlace. Creí que era una fugitiva o algún ser de otra especie. Me ha encantado. Felicidades una vez más por tus éxitos. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Rosa.
EliminarUn beso
Se me han puesto los pelos de punta al leerlo. Es flipante y lo dejas de forma que ya no se que hacer para controlar las ganas de leer tu saga. ^__^
ResponderEliminar¡¡¡besossss!!!!
Ya falta poco para poder leer el primero, Noe.
EliminarUn beso
buen relato este de Arlyanda.
ResponderEliminary el libro que? sale o no sale?
un saludo
Sale, Salva, sale. En menos de dos meses ya estará en la calle.
EliminarUn saludo
Un estupendo relato. Un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Amalia.
EliminarEl placer es mío por poder tenerte por aquí.
Un abrazo
Hola Miguel.
ResponderEliminarTus relatos nos permiten soñar y sentir las cosas que de otra manera nos pasarian dsapercibidas.Al fin y al cabo eso es la fantasía.
¿Que sería de nosotros sin la imaginación de escritores como tu?
Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.
Violeta
Muchas gracias por tus palabras, Violeta.
EliminarUn abrazo
Extraordinario. Como siempre
ResponderEliminarMuchos besotes
Gracias, Belén.
EliminarUn beso
Me encanta la historia ^^
ResponderEliminarBesitos
Me alegra saber que te ha gustado, Martina.
EliminarUn beso
Siempre me gustan los relatos que escribes. Soy fan de toyo desde hace tiempo, pero tienes que sacar ya el libro o me consumiré en la espera XD Saludos
ResponderEliminarYa queda poco, Nacho. Estamos en la recta final.
EliminarUn saludo
Me ha gustado. me ha parecido un personaje bastante poderoso y que seguro que dará mucho que hablar en alguno de tus lbros.
ResponderEliminarUn beso
Sin duda oiremos hablar de nuevo de ella, Susana.
EliminarGracias por pasarte.
Un beso